Te escribo a ti, dueño de lo más profundo de mi alma,
potestad de romper, armar y desarmar con sólo respirar.
Te escribo a ti, sueño y anhelo de mis pensamientos,
ahogados en suspiros, invadidos de «te quiero».
Te escribo a ti, peldaño del cielo y del infierno,
creador de recuerdos y embrujos en silencio.
Te escribo a ti, año con año hasta que se despeguen mis brazos,
hasta que añores mis pasos, hasta que arañes mis abrazos.
Te escribo a ti, cañón de mis deseos más impuros,
cajón de fetiches y actrices que lloran, que ríen y gimen.
Te escribo a ti, que haces añicos mis corpiños,
y luego los tejes con los pedacitos de tu cariño.
A ti te escribo, que estás y desapareces,
que naces y que pereces,
que tiñes de rojo mis antojos y que me amas sin cerrojos.
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