Se perdió la confianza,
Se terminó la magia que los junto y unío.
Las preguntas muy difíciles;
Aún más, las respuestas todavía.
Las conversaciones muy pocas
Y ya no las mismas.
Las noches tan largas,
Cómo eternos los días.
Esas horas juntos no pasaban,
Parecía que el reloj
Detuviera su marcha.
Los silencios los inundaban;
Las carencias de besos, abrazos y caricias
Completaban la escena
De la decadencia
Propiamente dicha.
Ya no existía confianza,
Todo se volvió falsedad, engaño, mentiras.
Las horas nunca transcurrían;
El silencio aturdía
En aquella habitación
Sórdida, entristecida.
La cama se sentía cada vez
Un poco más helada, muy fría.
Ya no había cómo derretir
El tempano de hielo
Que ha ambos envolvía.
Se sentía en el aire,
En el clima se percibía,
Se observaba en sus miradas,
En sus voces se apreciaba.
Era lo que sus corazones transmitían.
La tensión era tal
Que cortarla con tijeras podrías.
La indiferencia e ignorancia
Moneda utilizada
Cuando juntos estaban
O por casualidad, se cruzaban.
Ya no quedaba felicidad,
Ni una pizca de alegría,
Aún menos, esa magia que
Los había juntado y los unía.
La falsedad, el engaño y la mentira
Era lo que predominaba.
Las noches nunca acababan,
Los días jamás culminaban.
Iban muriendo con cada segundo
Que el viejo reloj marcaba
A sus espaldas, imperceptible melodía.
En una casa solitaria, triste
Y completamente deslucida…
Del sueño a la pesadilla.
OPINIONES Y COMENTARIOS