Un alegre muchacho
hijo de familia pudiente
grandes cualidades de soldado
pero con su destino pendiente
Francisco se llamaba
orgulloso y aguerrido
pero Dios lo bautizaba
Francisco de Asis el amigo.
Un dia una voz le hablo
tu servicio necesito
escuchame soy tu Dios,
mi iglesia se cae a pedasitos.
Su espada se convirtio en escoba,
su uniforme en umilde vestir
y en ves de un desfile de guerra,
por las calles se dedico a pedir.
A la luna llamo su hermana,
tambien al aire y al sol,
a los animales amaba,
al ver su sufrimiento sintio dolor.
Con el pasar de los años
al ver su vida de bien,
hombre santo lo llamaron
y Dios lo quizo con el.
Aqui a este humilde campo,
donde el corazon es de tierra y pan,
lo nombraron en homenaje a este santo,
San Francisco de Mostazal.
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