Me quedan muy pocos cigarrillos y la botella de alcohol lleva tiempo vacía, allá afuera dejó de llover y dentro mío siento una tormenta, ya hace casi una semana que te alejaste de mí y no sé de qué modo reaccionar ante tal situación. Al entrar cada noche a la habitación y no tropezar con tus zapatos o que a mitad de esta, me quites la cobija me está haciendo daño, seis malditos días que se han convertido para mí en una eternidad y es que recuerdo en todo aquello que vivimos y joder… como duele.

Otra vez comienza a amanece y yo con esta incertidumbre sobre como seguiré y no es para nada normal el extrañar tanto a una persona; tanta tinta y hojas escritas a tu memoria. Duele mucho que ya no estás conmigo, estoy molesto, triste pero no por tu partida, sino porque nunca podré pedirte perdón por haberte dicho «te odio» aquel día.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS