Con que cara me presentare al mundo mañana, como les confesare que he dejado de escribir, que ya no puedo hacerlo, que hay algo en mi que me lo impide, que el talento vagabundo se marcho en busca de un mejor postor, que la inspiración divina dejo de iluminar hacia mi ventana y me tiene como viajero sin brújula, como marinero sin estrellas.

Primeramente no tengo a quien confesarle mis sentires, nadie con quien compartir mi miedos y temores, nadie en quien resguardarme cuando la fría noche hace lo suyo con la tortuosa soledad, el lápiz y papel siguen allí, en el mismo lugar donde los deje al poner el ultimo punto final, camino por la vida pero en esta ocasión escasean las palabras para describir lo que veo, no soy mas que un barco a la deriva, una imagen sin fotógrafo, un recuerdo sin memoria, me aproximo a un abismo infinito, a un vació inminente.

Tenia a alguien en quien esconderme, alguien en quien recurrir, pero se ha marchado, así como una estación deja a otra así fue esa historia dejándome en un limbo sin escapatoria; la gente no comprende la gravedad de mi situación, pues aun le sonrió a todos, al guarda de seguridad, al vagabundo de la esquina, a la mesera del café y hasta a Dios, pero mi ser interior dice que ya nada es igual.

La verdad, es que hoy he despertado y he olvidado como hablar, no puedo entablar una conversación con nadie, le desvió la mirada a quien este cerca buscando respuesta mía, creo que a esta edad ya no estoy para estos cambios tan drásticos, como un amanecer y anochecer, de la nada cambio mi vida, ya no me atrevo a divagar esas cuestiones divinas del amor, o de la sensualidad, de pagar para amar, o para sentirse amado, la ultima vez que lo intente, termine llorando en las piernas de ella.

Grito al cielo, golpeo paredes, atravieso muros, desquebrajo papeles, el azul del cielo se me esconde, el calor del día se congela y el crepúsculo se oscurece, las aves surcando el cielo toman otro significado en mis insípidos ideales; malditas soledades que golpean constantemente la puerta de mi alma, ¿Qué será de mí?, si he perdido la capacidad de escribir con mis lagrimas y sentir con mis gritos, los vacíos de estas soledades transcriben blancura a una mente que antes se llenaba de letras, los poemas y los poetas toman otra explicación, toman otra verdad.

¿Volverá? y no hablo de aquella que se fue, hablo de la paz que tenia antes de ella, o bueno también espero que ella lo haga, que no se olvide del camino, la dejare que vuelva por donde se marcho, no quiero apresurar su regreso ni retrasar su partida, muero con tanto, callo con poco…..

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS