Pienso por un momento. Me pierdo en mis pensamientos. Intento sentir mis recuerdos. Quiero comprender mi existencia. Y ahí lo encuentro de nuevo a él. Siempre está presente.

JESSICA

¡Sexo!

Una palabra curiosa y divertida. Prefiero no hablar de mis hobbies por el momento; al menos no de todos, y específicamente no de este. No recuerdo el nombre del último chico, y creo que por obvias razones tampoco de los anteriores.

¿Hablar sobre el amor?… interesante. Sin embargo, dudo que sea la mejor idea. A lo largo de los años una gran cantidad de personas han definido al amor de forma diferente. Pienso, honestamente… ¡que todos mienten!, ¿por qué?, pues… porque no lo entienden.

¿Qué si yo lo entiendo? No, para nada; creo que nadie lo entiende. Durante toda mi vida, he visto que el concepto del tan desvitalizado sentimiento, se basa en el hecho de encontrar a la media naranja que cuidará de tus días, <<ñaa patrañas de la mercadotecnia>>, pensé por un momento. Honestamente no me interesa seguir con este tema. Yo… solo amo mi vida.

Por lo general, soy un alma libre que va en búsqueda de una nueva aventura, nuevos lugares, nuevas personas. Tengo como costumbre mudarme cada dos años y cambiar de estilo de vida. No me gusta vivir atada a las personas sentimentalmente, el último amigo que tuve se resistió a mudarse conmigo a mi nuevo hogar; maldito gato.

¿Por qué no creo en el amor? No es que no crea; pero… repito, se ha malinterpretado el concepto por años, que el real es desconocido. Pero, sin duda, si quieres saber porque soy así, es porque soy joven, no quiero compromisos de ningún tipo a esta edad, en la que quiero descubrir el mundo, en donde evito toda clase de ataduras para poder cumplir con mis metas.

¿Qué si no le temo a la soledad? He vivido sola toda mi vida, sin lazos altamente estrechos. No soy la chica convencional que ha crecido viendo la vida color de rosa, me he hundido en mi mundo, que es desconocido e incomprensible para otros.

¿Qué si me he enamorado alguna vez?, bueno, creo que siguiendo el concepto de enamoramiento que tiene la sociedad, sí; no resulto nada bueno. Era amor correspondido a medias, y es el único nombre que recuerdo a la fecha. Era especial, pero no real.

¿Qué pasaría si me enamorara una vez más?, no quiero pensar en eso, tampoco que ocurra. Sé que el destino es traicionero, pero creo que evitaré a toda costa eso. Simplemente no puede ser.

¿Cortante?, todos somos así con alguien. En mi caso con todos, bueno no lo soy con Bloom; es mi pececito dorado, todas las tardes mientras me siento en el sofá, aletea cerca de donde estoy y abre la boca, sacando burbujas y simulando decir Bloom Bloom, me quiere por necesidad de alimento. La gente quiere por necesidad. Piénsalo, con cuantas personas has sido cortante los últimos días. Puedes mostrar interés hacía algunas, que puede que sean cortantes contigo, o que corras con suerte y te correspondan, y otras personas te ignoraran y tú sufrirás por ello. Pero al final actúan bajo las necesidades que tienen en su vida.

¿Familiares?, visito a mi abuela cada fin de semana, de mi madre no sé nada desde que partió rumbo a su estrella favorita, mi padre vive en algún lugar del planeta; al menos eso es lo que quiero pensar, ¿hermanos?, con trabajos existí yo, parto difícil. ¿Curiosa yo?, soy extraña, no finjas estar de acuerdo con lo que estoy diciendo, sabes que en parte tengo razón. Es lógico que no compartas mis pensamientos, actúas y piensas bajo tus propias necesidades, no sobre las mías. Pero, en fin, son las respuestas a lo que me has estado preguntando.

¿Qué sí creo en la amistad?, honestamente no, la gente traiciona, lastima, juega bajo sus propias reglas. Siempre una de las partes no dudara en herir a la otra. Creo que muchas personas creen tener mejores amigos; yo digo que son compañeros de vida que llegan en un momento de tu vida, aprendes algo de ellos y luego cuando no tengas más que aprender, se van. Nunca he tenido una amistad tan estrecha. Mi abuela era enfermera y residía en hospitales de diferentes ciudades, desde pequeña me mudaba constantemente, y a la fecha lo hago. No me da tiempo de conocer a alguien, ni de que me conozcan. Nunca tuve una mejor amiga con quien pasara todas las tardes jugando, o hablando de chicos en la adolescencia. Yo era del tipo de niña que la hablaba con el gato del vecino.

¿Qué te compadeces de mí?, no lo hagas, no sirve la lastima conmigo, así soy feliz. En ocasiones llegué a querer ser normal, y vivir conforme la sociedad estipula que se debe vivir. Pero, soy ermitaña, no tengo remedio; así me tocó vivir a mí. He conocido una gran cantidad de personas que lo han hecho toda su vida y son felices con eso.

¿Qué cómo me veo de vieja?, curioso, creo que me veo sentada en el sofá viendo como la lluvia cae y humedece la tierra, la ventana se empaña ligeramente y un pequeño gato ronronea sobre mis piernas. En ocasiones discutiendo con el vecino sobre la edad, las estrellas y la vida misma, hablando sobre cómo queremos morir y si creemos en la vida después de la muerte.

¿Qué es lo que más hago en mis días?, arte; mi mundo gira en torno al arte, al hecho de contemplarlo, de sentirlo; hago el amor a diario con el arte. Ya sea el que yo hago, o el que observo de otras personas. Creo que el arte es la única cosa sincera en este mundo, no se oculta tras las máscaras, muestra los verdaderos sentimientos. Es lo único leal.

¿Piensas que estoy loca, verdad?, si fuera normal también lo haría. Otro punto interesante, el hecho de definir que es normal y que no, creo que la mejor palabra para ello sería convencional.

¿Qué si en algún momento tuve un amigo?, sí, de pequeña. Había en clase un niño pelirrojo, al cual todos molestaban por la gran cantidad de pecas que tenía en el rostro; eso en verdad me molestaba mucho, decidí convertirme en su amiga. Hablábamos en clase y pasábamos el mayor tiempo posible conviviendo. Hasta que, un día, vi como estaba en el jardín de la escuela matando insectos sin razón alguna. Me daban miedo las abejas, las arañas y en ocasiones las hormigas, pero yo no era nadie para matarlos. Él, en cambio estaba aplastándolos sin remordimiento, corrí y lo golpee fuertemente; no le volví a hablar.

¿Qué pienso de otras mujeres?, demasiado ingenuas. Creo que desperdician su inteligencia en superficialidades, toleran traiciones por breves momentos y buscan venganza demasiado tarde. Nunca tienen nada, cuando tienen todo. Se creen débiles cuando tienen una gran fortaleza. No he encajado nunca con una mujer.

¿Qué pienso de los hombres?, son simples.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS