Ella llego y se fue.

Ella llego y se fue cabalgando la serpiente sobre su cintura.

A saco de ciudades clandestinas y sueños robados.

Ella atravesó el invierno español bellaqueando los médanos de los síntomas de su niñes.

Bailando en noches oscuras con el regazo de un sol maldito & ardiente.

Luego tomo de la galera de su amante libros saqueados por escamas venciadas.

Que dejo para sus proximos pendientes

Sangrando hasta el amanecer.

Receladamente sangrando.

Fue su atardecer veraniego.

Cojiendo abanos & galones de encillas.

Ella llego y se fue.

Bajo el simbolo de sus regazos.

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