_Sí?…pshhh…dime…oye!…oyeee!!!…qué quieresss???

La mirada insolente y despectiva de la rubia de pote, metida en su cubículo de recepcionista, barriendo de arriba a abajo a la joven que tenía enfrente, era impertenente y fuera de lugar.

Debería estar acostumbrada, pero aún se le encogía su endeble seguridad, escondida entre ropas anchas, deslucidas y pasadas de moda. Ya en el colegio sintió las primeras burlas, quizás las peores, porque la hicieron tomar conciencia de una forma brutal, que lo que su madre le repetía siempre: «PRECIOSA»…no era verdad.

Poco a poco se encerró en sí misma, y se fue engrosando su caparazón. Descubrió la escritura, que irónicamente se convirtió en su voz, en su catársis sanadora, en la extensión de su alma. Logró sacar fuera todo aquello que no era capaz de decir. En su mundo creativo, sus personajes no hacían daño, sus historias tenían finales felices y los diálogos eran constructivos…pero también había de los otros; personajes retorcidos y malévolos que cometían los peores actos que se pudiera imaginar, con diálogos sangrantes y desgarradores y finales terribles y excitantes.

Así fue creciendo, almacenando una vida paralela que se tragó a la suya de carne y hueso y en donde amaba y odiaba, pero al menos sentía emociones.

Cuando se enteró que una afamada editorial convocaba a un concurso de noveles escritores, siguiendo un impulso, decidió participar. Sacó de su armario una gran caja de cartón. Dentro, reposaban por separado dos pilas de papel bond, envueltas cada una con una delgada cinta azul.

Fajo uno: 160,000 palabras en estilo Times New Roman (14), formato A4 y 250 folios. Título: «Los Vampiros también salen de día». Género: Terror

Fajo dos: 148,000 palabras en estilo Arial (14), formato A4 y 230 folios. Título: «Sólo comeremos perdices». Género: Romance

Esa noche volvió a leer ambas novelas, y se la pasó prácticamente en blanco, pero era necesario, la última fecha de entrega era al día siguiente y no tenía tiempo casi para preparar las copias, sobres y demás, según había leído en los requisitos.

Al terminar, ya casi había amanecido y tenía que decidir…las dos novelas eran envolventes, atrapaban desde las primeras líneas, lo sabía. Las dosis de sangre o de miel estaban muy bien dosificadas, la trama no perdía ritmo en ningún momento, más bien lo contrario, querías más y era imposible despegarse. Y los finales inesperados ponían la guinda que las podía convertir en un Best Seller sin duda.

Sentía que la decisión no sólo importaba para el concurso, implicaba además el rumbo que tomaría su personalidad, hasta ahora neutral, pero que ya iba siendo hora de definir. Ya estaba harta de moverse entre dos identidades tan dispares entre sí.

_Sí?…pshhh…dime…oye!…oyeee!!!…qué quieresss???

Miró a la rubia de pote que la barría impertinente, le sonrió tímidamente extendiéndole el gran sobre que contenía la novela que presentaría al concurso, al tiempo que apretaba el bolso en donde descansaba una navaja pluma, de acero, ruta 66.

Por cierto, la novela ganó…a la recepcionista rubia de pote, dicen que le desfiguraron su lindo rostro saliendo del trabajo…una lástima…nadie sabe quien fue.



URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS