OJOS CELTAS

OJOS CELTAS

Betty Font

02/05/2018

UNO

DESPIERTA

María Perelló tiene esa endiablada costumbre, magnífica costumbre de tipear letras en mi espalda. Como si tuviese allí una enorme y caliente máquina de escribir sensualizando las ondas de mis nervios con cada letra.

Y yo tan maniático, ubico la disposición exacta del teclado con puntos, comas y asteriscos. Hacía muy poco que habían dejado mis dedos de tinta de brotar noticias sobre la amada máquina de escribir. Aún me pregunto por qué abandonar años de periodismo para ingresar a la A.E.I, nuestra Agencia Estatal de Investigaciones, un oscuro espacio trepidante de intrigas, sospechas y más oscuridad de la que hubiese deseado para mí: Gabriel Tortell, ex-periodista, investigador, perro rastreador, como me gustaba llamarme, re-construido en agente de inteligencia.

María no entiende que la ubicación exacta de las letras es perenne, ineludible en la máquina de cualquier tiempo. María no lo entiende y tipea sobre mi espalda. Es un vicio: vicio de secretaria ejecutiva. No comprende que repetir una y otra vez el mensaje sobre mi piel no hace más que tallarlo más profundo en la ignorancia de su contenido. Porque mi mente se había atornillado al mensaje recibido esa mañana en la A.E.I:

“ATENCIÓN AYUNTAMIENTOS Y SENADOS

DE CUALQUIER CONTINENTE. ¡CUÍDENSE!

DONDE HAYA CORRUPCIÓN, OJOS CELTAS

ENTRARÁ A SUS VIDAS”

En uno de sus ángulos el diseño de un jabalí a manera de firma. El jabalí como símbolo de ferocidad de los guerreros en el paganismo celta. Ojos Celtas… ¿Será el jabalí mágico TWRCH TRWYTH del cuento galés? ¿Qué significaba este mensaje? ¿Qué era Ojos Celtas, una nueva secta de locos o terroristas? “¡La pucha, carajo!”* . Y María que no deja sus dedos quietos en mi anatomía derramando letras sobre mi espalda. ¿Quién me mandó ser el único “tonto” que viajó por toda Gales, Inglaterra y el Ulsterinvestigando la cultura celta? Nadie, fui solito: mi curiosidad y sed de aventuras de juventud.

“Donde haya corrupción” decía claramente el mensaje. ¡¿Dónde“no” hay corrupción?!

Tantas veces desde que la conocí llamé a María mi “Rhiannon” del Mabinogion…A lo que ella respondía:

-Siempre raro vos. Siempre con tus locuras. Pero es lo que amo de vos.

María secretaria. María fría. A veces hueca pero tan bella y blanca como una doncella celta. Hay algo en ella que jamás he llegado a definir, menos descifrar. La prefiero así: incógnita.

Fría y corrupta, oscura, solapada nuestra A.N.I. Nada tiene de doncella. La mayoría de las veces debo dar un paso al costado para que no me salpique el barro que brota desde allí. Y otras tantas veces me pregunto ¿Qué carajos* hago allí?

Me apodan “cuchulainn”, ignorando lo que me confieren con ese sobrenombre. “Suena gracioso, te cagas en ese nombre Negro” me deslizan compañeros y hasta mi superior. Pero el jefe paró las antenas cuando llegó “el” mensaje:

-Che, vos, cuchulainn, que sabes tantas cosas raras de los ingleses, toma…lee. ¡¿Qué mierda es esto? ¿Una joda? ¿Un virus de computadora?

-No lo creo comandante. Esto apareció en simultáneo por todo el globo, en cada senado y ayuntamiento, o municipio como lo llamamos acá. En el idioma correspondiente a cada país. Me gustaría aclararle que la Cultura Celta no es “sólo” cosa de ingleses, estuvieron esparcidos por muchos países de…

-¡Ni se te ocurra venir con esas pelotudeces difíciles! No te imaginas lo que me cuesta mantener a los muchachos a raya con eso de que te creen brujo, hechicero o no sé qué: el Merlín argentino-riendo sin riendas.

-¡Jefe! ¡Me extraña que…!

-¡Volá, rajá de acá y veamos qué averiguas!

Por eso simplemente y por coincidencia del destino me vi envuelto en la avalancha que después nos arrastraría. Viviendo donde América termina su larga cola de sirena, en el país de las pampas no tan salvajes pero aún inhóspitas, es difícil sobrevivir porque el conocimiento es un terreno, la mayoría de las veces seco, estéril, chato.

Dos días después del primer mensaje de presentación en sociedad de quienes fueran, llegó la primera nota “personalizada” dirigida a un senador de la banca mayoritaria: Benito Salsipuedes:

“El espectro con su sangrienta mano

vaga por el salvaje bosque.

El búho y el ciervo están mudos de miedo

¡Y los caminos del tiempo se unen para despertar a los muertos!

Despierta, es hora de que sepas lo que “sabes que no educas”

Benito era conocido por el “latiguillo” que lo había elevado a su condición de senador. Férreo en su lucha contra la educación: “que no fuese para todos y vista sólo desde el ángulo empresarial y productivo” “Cada escuela, cada aula debe tomarse como una inversión. Los costos deben ser mínimos para que la enseñanza sea redituable. ¡Que trabajen por vocación!. ¿Humanidades en esta realidad? Me parece obsoleto. ¿Arte, música, expresión de individualidades o grupetes rompe paz? No son elementos de productividad”.

En un principio fue sólo una nota en una computadora, causando algunas risas, nada más y bastante indiferencia. Largas horas de investigación con María cebando mates y ya no tipeando en mi piel, sino leyendo a mi lado, desentumeciendo mis hombros. Preguntándome por primera vez por qué había dejado el periodismo para meterme en la Agencia, una cueva donde mi “luz de sol”, según ella se opacaba. La miré regalándole media sonrisa antes de comentarle el hallazgo de una parte del contenido del “mensaje” en la literatura celta: la primera parte pertenecía a El conjuro del Bardo de Walter Scott.

Fue por no darle la importancia debida, al menos como para aumentar la custodia de Salsipuedes, dos horas después de recibido el mensaje el hombre desapareció de los pasillos del Senado.

Se lo buscó sin resultados en todo el edificio y fuera de él.

La noticia trascendió a los medios. Extrañamente éstos fueron cooperativos, quizá el temor los unía, como ante un miedo ancestral, junto al fuego. Ojos Celtas era lo agazapado en las sombras. Sin esa unión no habría oportunidad de salvar la vida. ¿Por qué el miedo?. En simultáneo a la desaparición del Senador, ocurrieron en todo el mundo, ayuntamientos incluidos, quienes militaban la misma ponencia con la educación.

Creo que la culpa comenzaba a corroer a los corruptos.

-¿No te da miedo todo esto, María?

-No. Supongo que será algún tipo de justicia.

Para alguien tan fría, tan blanca, me pareció una reflexión demasiado profunda. ¿Sería este el objetivo de tamaña movilización sincronizada? ¿Quiénes tenían tal poder en la comunicación global? ¿Quiénes estaban detrás de este grupo?.

Poco a poco las pistas deberían ir aclarando la cuestión. Y María Rhiannon que cabalgaba sobre mi espalda, mofándose de mis desvelos. Esa noche me dormí con sus dedos tipeando nuevamente la piel de las distancias: no tenía cerebro para intentar traducir qué ponía en mi espalda cansada.

Pasaron cinco días para que reapareciera Benito Salsipuedes. Así como se había ido, apareció. Pálido y calmado, contó una historia grotesca por lo absurda: lo habían llevado a una escuela en Jujuy en el fin del mapa de la República para que viera la incongruencia que representaba querer dejar de lado al ser humano en la enseñanza. Estaba “manso”. Como si dioses con cabeza de venado y árboles mágicos lo hubiesen ayudado a recorrer el camino de la humildad y la justicia. ¡A él, un político!. Al presenciar el interrogatorio mi mente ancló en lo de los “dioses con cabeza de ciervo”. Cernunnos, Herme el Cazador. Los celtas eran fieles adoradores de la naturaleza como algo vivo y venerable. La magia recaía sobre animales y árboles, principalmente el roble. Magia. Cambios extremos en alguien que creía profundamente en la mentira y el dinero. Esta investigación y tanta lectura estaban destruyendo mi cabeza. Inclusive María Rhiannon se abstenía de hacerme el amor, sólo mantenía su constante ir y venir de teclas sensuales sobre mi espalda.

DOS

VIVE LO QUE ATACAS

Al regresar Benítez llegó la segunda nota para un nuevo Senador: Rubén Todoloquiero. Hombre ambicioso y avaro con el dinero. Luchador empedernido para que “los viejos dejen el lugar a los jóvenes”, se empeñaba en burocratizar a tal extremo los trámites de salud o derechos de los jubilados, pensionados para que…se fueran de esta tierra más rápido y dejaran de molestar. “Los viejos nunca van a estar mejor…El gobierno no puede gastar en gente así”. No importaba que hubieran trabajado toda una vida para tener el resto de ella con dignidad:

“Fueron días de engaño y no pueden volver.

Nuestro signo de combate, de los monarcas traído

¡Debe ser oído sólo en la noche con nuestro jaluu vengativo!

Sentirás en tu piel que con los sabios venerables

portadores de la historia no se juega por dinero”

Ya no hubo risas ni sarcasmos. Se triplicó la seguridad. A dos horas de recibido el mensaje: el hombre desapareció. El pánico llegaba al terror, desde los gobernantes hasta el común de la gente que también corrompía o se dejaba corromper. O habían elegido salidas a situaciones con maneras “poco éticas”. Veían acercarse el hacha del verdugo, a la Justicia con pavor.

Al quinto día Rubén Todoloquiero reapareció: pasivo y “manso”. Sentado en la sala de interrogatorios con las manos entrecruzadas y extrema calma. Fue más coherente que Benito pero muy circunspecto. Sólo contó que lo habían hecho experimentar que la vejez sin recursos es degradante, indigna. Tener que depender de otros para vivir. Reconociendo que defendía algo indefendible. Se le dio un resumen detallado de “coimas y transas” que él había efectuado desviando el dinero de las cajas jubilatorias o de la obra social destinados a los mayores. “No. No es lavado de cerebro. Nosotros podemos elegir el camino que queremos seguir; nadie nos obliga. Solamente nos “hacen ver” la diferencia entre lo bueno y lo malo, algo que solemos olvidar al acceder al poder. Reconozco que no sólo cuando llegué al Senado confundí los límites entre esas opciones. Es la oportunidad que nos dan a todo político elegido democráticamente por el pueblo para volver a recorrer el camino del Honor y la Justicia. Si olvidamos…Ojos Celtas nos lo recuerda. Nos purifica a través de la vivencia, la magia y el conocimiento”.

Lo mirábamos y escuchábamos sin poder creerlo. ¿Sería otra persona dentro del cuerpo del otrora ser corrupto?.

Las presiones mundiales para llegar a una “identificación positiva” del grupo eran ya infernales. La gente en sus casas, sus barrios había recuperado la cortesía del saludo. La calidez de la palabra. Los que aún practicaban la corrupción eran reconocidos por el mirar solapado. Comenzaron a quedarse más solos que las piedras ceremoniales de Stonehengue.

La tercera nota sumió al Senado en el caos. Rodolfo Quiebraverde era el destinatario. Al instante calzó sus gafas negras y subido a su Mercedes Benz huyó con su escolta con paradero desconocido.

“Fieros colores volaron por entre las ramas,

Envolviendo las rotas hojas ocultas y derramadas…

¡Tocad las trompetas! Proteged la vida de los que no tiene voz y

matad el deseo codicioso.

Matando al roble, al lobo y al caballo

mueres o cambias para vivir”

Rodolfo era apodado Don Desierto pues no tenía conciencia a la hora de tomar decisiones con negligencia ética contra la preservación de bosques y el cuidado de animales. Convertía con placer reservas nacionales en “paraísos para cazadores del mundo”. Pese a intentar huir,el Senador y uno de sus custodios no regresaron. Ni cuatro ni cinco días después. Uno de los custodios regresó al sexto día para narrar lo ocurrido: pese a toda la magia celta, la guía de espíritus del bosque, árboles y animales sagrados el Senador se había negado a reconocer la riqueza mal habida, el sacrificio ruin de la vida animal y vegetal provocado para el único bien de su bolsillo. El lacayo aseguró que existía un consejo Druida que sólo intervenía en casos extremos de negación al cambio revirtiendo el daño a la naturaleza.

Quiebraverde no regresó. El custodio juró por su vida que lo habían convertido en un roble que justo iba a ser talado para usar las tierras en la construcción de un mega hotel.

TRES

ILUMINACION

Las ojeras recorrían espacios de mi rostro que no les correspondían. No sé como María Rhiannon aún paladeaba mis labios consumidos en faltas de respuestas. Lograba descifrar cada pieza literaria enviada en los mensajes: El Roble de Dylan Thomas, La Llegada de Arturo de Alfred Tennyson… ¡¿Hasta cuándo seguiría esta lluvia de mensajes mágicos?

-Vos no tenés todas las respuestas, querido-susurró la rubia y pálida Rhiannon comenzando una vez más la ceremonia de escribir en mi espalda los mensajes del mundo. Uno que estaba siendo conmovido, conmocionado por algo tan ruin como el retorno de la Justicia y los Ideales.

Me dormí sin saberlo. Creía a mi inconsciente catapultado hacia la oscuridad de la ignorancia. Pero nuestro inconsciente “nunca” es ignorante…si lo escuchamos. El último mensaje, con el que me había dormido en mi mente retumbaba:

“Danos el placer de lamentarlo

Nuestras lágrimas parecen más sabias

Que nuestra risa en el aire”

“Danos el placer de lamentarlo”. “Danos el placer…”. Me incorporé con la urgencia de un ser mitológico huyendo hacia el bosque. No podía ser. No entendía nada. O lo entendía todo. Corrí por calles, avenidas, casi choqué en la prisa de la incredulidad por lo que había descubierto. El aire se negaba a permanecer en mis pulmones en la maratón de pasos que movilizaban mi urgencia.

La puerta del departamento se azotó contra la pared al abrir la entrada a mis respuestas. Miré a María Rhiannon, sentada al sillón de mimbre con la misma paz que había observado en los ex -corruptos que habían anidado en la A.N.I. Me miró con su pálida frialdad derretida en un tono de voz que me asombró:

-Lo descubriste, querido. ¡Al fin!. Escuchaste tu sabiduría interior.

-Anoche tipeaste en mi espalda el mensaje que llegó apenas esta madrugada. Me lo leyeron por el celular. ¿Cómo supiste? ¿Por qué vos?

-Siempre yo, Amor. Fuimos sólo semillas en un principio. Crecimos. Ahora nuestras raíces están en el mundo expulsando malezas. Vos más que nadie debes ser “nosotros”. ¿No te preguntaste el motivo por el cual siempre te apasionó nuestra cultura?. Gabriel. Esta es la Rebelión de Nuestros Antepasados. A partir de esta “limpieza” nos quedan los años contados para evitar el fin del hombre por el hombre mismo, corrompiéndose él y al planeta. La naturaleza clama por nosotros. Empezamos desde las altas esferas hacia abajo. Y lo estamos logrando. Vos y yo somos árboles que crecen abrazados sobre el túmulo funerario de lo que fuimos. El Amor, nuestro amor ha sobrevivido desde siempre. No en vano tu apodo. No en vano tu Rhiannon para mí. Por nada no escribían mis dedos en la piel de papel de tu espalda. Somos parte de verdes tierras del mundo futuro…el TIRNA NOG de la tierra de la juventud.

Extendió su mano hacia mí. Quitó mi camisa recostándome en la cama y comenzó a tipear el primer mensaje de nuestra nueva vida como parte de Ojos Celtas.

Mi computadora y las del resto del mundo anunciaron el Mensaje que permaneció, imborrable durante dos días:

“OJOS CELTAS

VIGILA»

*-Lenguaje coloquial argentino

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS