La Cartera Infinita 15 
Capítulo 15: El Desfile de los Poderosos
La gran subasta internacional se llevaría a cabo en la ciudad portuaria de Yokohama, dentro del Gran Salón Imperial del Dragón Blanco, un edificio majestuoso cuya cúpula dorada brillaba bajo la luz de la luna. No era un evento común: aquel lugar solo abría sus puertas una vez cada diez años, y solo las familias más ricas, influyentes y poderosas del mundo recibían una invitación.
Kaito, ya con el respaldo de Madame Yukari y con la presión del sistema ardiendo en su mente, sabía que debía prepararse para lo imposible. Su misión era comprar todo a precios desorbitantes, gastando al menos 20 billones de yenes, y además llevar la frente en alto frente a los gigantes que dominarían aquella subasta.
El día de la apertura, las limusinas comenzaron a llegar una tras otra. La prensa mundial esperaba en las afueras, aunque tenían prohibido el ingreso. Dentro, en la alfombra roja, comenzaron a desfilar las figuras que cambiarían el rumbo de la historia.
Las Familias del Este
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La Familia Takahashi – Kaito, su padre Hiroshi y su hermana Aiko llegaban juntos. El aura de nobleza y frescura rodeaba a Kaito, vistiendo un traje negro con detalles plateados y un broche en forma de dragón. A su lado, Hiroshi irradiaba orgullo paterno, mientras Aiko, con un vestido azul elegante, parecía nerviosa pero decidida.
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La Familia Yukari – Madame Yukari hacía su entrada, acompañada de sus dos hijos adultos:
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Rei Yukari, un hombre de 28 años, calculador, experto en economía global.
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Mika Yukari, su hermana menor, con una mirada astuta y sonrisa fría, conocida por manipular a políticos en secreto.
Madame Yukari saludó a Kaito con una reverencia ligera, como reconociendo un igual.
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La Familia Tanaka – Un clan japonés con raíces militares. Su líder, el General retirado Akihiro Tanaka, llegó acompañado de su hija Sayaka, una joven brillante en inteligencia artificial. Ambos eran conocidos por invertir en proyectos bélicos y tecnológicos.
Las Familias del Oeste
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Los Rockefeller de Estados Unidos – El patriarca William Rockefeller IV, de cabello blanco y mirada de halcón, entró acompañado de sus nietos, Alexander y Charlotte, quienes vestían con lujo desmedido. El apellido Rockefeller imponía respeto y miedo en cualquier salón.
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La Casa Rothschild de Europa – Eleanor Rothschild, una mujer de mediana edad con un porte regio, llegó con una escolta de guardaespaldas vestidos de negro. Sus dos sobrinos, Victor y Elena, caminaban a su lado, orgullosos de representar a la familia que controlaba el flujo de bancos en todo el continente.
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Los Windsor – Representantes de la realeza británica, no llegaron personalmente los monarcas, pero sí Lord Henry Windsor, primo lejano de la corona, quien siempre asistía a estas subastas para obtener arte y reliquias históricas.
Los Magnates de Medio Oriente
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El Emir Al-Muhammad – Dueño de vastas reservas petroleras, rodeado de un séquito de 20 hombres vestidos de túnicas blancas. Su hijo mayor, Fahd, joven arrogante, llevaba un anillo de oro en cada dedo. Para ellos, gastar miles de millones era tan fácil como respirar.
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La Familia Al-Zahir – Reconocidos por su influencia en el comercio de diamantes, la líder, Sheikha Layla Al-Zahir, vestía un traje negro con joyas de esmeralda, irradiando elegancia y autoridad.
Los Titanes Asiáticos
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El Clan Han de Corea del Sur – Empresarios tecnológicos, representados por Han Ji-Woo, un genio de 30 años en software y aplicaciones, acompañado de su madre, Seo Min-Hee, la “Reina del Acero”.
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El Clan Long de China – Una familia con influencia tanto en política como en el bajo mundo. El patriarca Long Wei, de mirada gélida, entró rodeado de guardaespaldas. A su lado, su hija Long Mei, una mujer enigmática de belleza imponente, observaba a Kaito con curiosidad.
Los Poderosos Independientes
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Ivan Volkov – Magnate ruso, antiguo oligarca y traficante de recursos energéticos. Con barba tupida y un aura salvaje, entró fumando un puro, sin importarle las reglas de etiqueta.
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Sophia De la Vega – Empresaria mexicana que había construido un imperio en bienes raíces y entretenimiento. Con un vestido rojo vibrante y mirada audaz, se ganó las miradas de todos al entrar sola, pero con una confianza arrolladora.
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Alexander Reinhardt – Alemán, fundador de una de las farmacéuticas más poderosas del mundo. De traje gris oscuro, su sola presencia recordaba el control absoluto que tenía sobre la salud de millones.
El Ambiente del Salón
El Gran Salón Imperial estaba decorado con lámparas de cristal gigantes, alfombras rojas y mesas de mármol blanco. En el centro, un escenario con un martillo dorado esperaba el inicio de la subasta. Los asistentes, aunque aparentaban sonrisas, en realidad eran depredadores listos para devorarse entre sí.
Kaito sintió el peso de todas esas miradas. El sistema brilló en su mente:
🔔 ¡Nueva misión épica!
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Objetivo: Comprar TODO lo de la subasta a precios inflados.
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Monto requerido: 500 millones mínimo, gastar hasta 20 billones.
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Recompensa oculta: ???
Pero junto a ese mensaje, aún vibraba la misión secundaria de gastar 40 billones para desbloquear las 5 habilidades SSS musicales.
Su corazón latía con fuerza, pero en lugar de miedo, una sonrisa se dibujó en su rostro. Estaba listo.
La voz del maestro de ceremonias retumbó en el salón:
—¡Bienvenidos a la Subasta Internacional del Dragón Blanco! Que los dioses guíen sus ofertas… y su ambición.
Y así comenzó el evento que marcaría la historia.
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