La Cartera Infinita 6

La Cartera Infinita 6

Mateo Arriz

17/08/2025

Capítulo 6: El encuentro con Madame Yukari y la prueba del sistema

La mañana amaneció diferente en la Mansión del Dragón Número 1. El sol se filtraba por los amplios ventanales de cristal, iluminando los pasillos con destellos dorados. Haruka corría de un lado a otro con una sonrisa que nunca antes había mostrado, descubriendo habitaciones secretas y jardines que parecían sacados de un cuento. Los padres de Kaito aún no podían creer que aquella fortaleza de lujo era ahora su hogar.

Kaito, sin embargo, mantenía la mente fija en una sola cosa:
—El sistema… la misión.

Una voz metálica resonó en su cabeza:

「Misión desbloqueada: Gastar 20 millones de yenes. Recompensa: Habilidad SSS [Planificación financiera].」

Kaito apretó los puños. Sabía que cada misión no solo significaba gastar dinero, sino construir una nueva vida para su familia.

Mientras desayunaban en el comedor principal, un mayordomo del servicio de bienes raíces tocó la puerta de la mansión. Era un hombre mayor, vestido de traje impecable.

—Disculpen la molestia, pero… Madame Yukari desea conocer al nuevo propietario de esta mansión. —dijo con un tono solemne.

Los padres de Kaito se miraron nerviosos, Haruka se escondió detrás de su hermano, y él simplemente suspiró.

—Está bien, que pase.

Entonces, la vio.

Una mujer de porte elegante, cabello negro recogido en un moño perfecto, ojos afilados como dagas y un aura que dominaba la habitación con solo entrar. Su vestido carmesí y su abanico de seda revelaban no solo riqueza, sino poder.

—Así que tú eres Kaito Takahashi —dijo con una voz suave, pero que contenía un filo imposible de ignorar.
—Sí. ¿Y usted es…?
—Soy Madame Yukari, directora de la inmobiliaria que administra las propiedades más exclusivas de Japón. —dio un paso al frente, evaluándolo de arriba a abajo—. He venido a comprobar si quien compró la Mansión del Dragón Número 1 es un hombre poderoso… o solo un tonto con suerte.

Los ojos de sus padres se abrieron con temor, Haruka se aferró al brazo de Kaito. Pero él no bajó la mirada.

—Si quiere probarme, adelante.

Madame Yukari sonrió con satisfacción.

—Bien. Veamos si tienes lo que se necesita para sobrevivir en este mundo.

En ese instante, el sistema volvió a resonar en su mente:

「Nueva misión secundaria: Gasta 20 millones de yenes en un solo día para superar la prueba de Madame Yukari.」

Kaito lo entendió de inmediato. Yukari no solo había venido por curiosidad; el sistema lo estaba usando para empujarlo hacia su siguiente nivel.

—Padre, venga conmigo —dijo Kaito, levantándose de la mesa.
—¿Eh? ¿A dónde vamos?
—A comprar un auto. No, mejor dicho… autos.

El padre, aún confundido, no pudo negarse. Yukari levantó una ceja, siguiéndolos con interés.

El concesionario de lujo

Llegaron a un concesionario de autos de lujo en el centro de la ciudad. El lugar estaba lleno de vehículos que parecían joyas sobre ruedas: Lamborghinis, Ferraris, Rolls Royce, Bugattis…

Los vendedores, al ver la ropa sencilla del padre de Kaito, fruncieron el ceño de inmediato.

—Señores, este no es lugar para mirar. Aquí no tenemos autos baratos.
—Sí, regresen cuando tengan dinero de verdad.

El padre de Kaito bajó la cabeza, avergonzado. Pero Kaito dio un paso al frente, mirando directamente al encargado.

—Muéstrenme los autos más caros que tengan.

El silencio se hizo en el concesionario. Algunos rieron por lo bajo. Pero entonces, Madame Yukari, que había decidido seguirlos en secreto, apareció en la entrada.

—Atiéndanlo. —dijo con un tono autoritario.

El encargado, nervioso, obedeció y los llevó a la sección VIP. Allí estaban los autos más exclusivos, modelos únicos que costaban millones de yenes.

—Ese Lamborghini Veneno cuesta 8 millones de yenes —dijo el vendedor con una sonrisa burlona, esperando que Kaito se intimidara.

Pero Kaito ni siquiera dudó.

—Lo compro.

El vendedor se atragantó.

—Y ese Rolls Royce Phantom… ¿cuánto?
—5 millones, señor.
—También lo compro.

El padre de Kaito lo miraba como si estuviera soñando.

—Hijo… ¿estás seguro? Esto es demasiado…
—No, padre. Esto es lo mínimo que merecemos. Siempre caminaste kilómetros para llevar comida a casa. Hoy tendrás tu propio auto, y no uno cualquiera. —se giró hacia el vendedor—. ¿Qué auto le daría a un hombre que merece respeto absoluto?

El vendedor, temblando, señaló un Maybach Exelero, valorado en 7 millones de yenes.

Kaito sonrió.
—Ese será el auto de mi padre.

Kaito sacó la tarjeta negra infinita que el sistema le había dado. El vendedor apenas pudo respirar al verla, los demás empleados se quedaron mudos y algunos clientes observaron con incredulidad.

—Señor, ¿de verdad… de verdad quiere pagar en una sola transacción?
—Hazlo.

Con un clic, la compra quedó hecha: 20 millones de yenes gastados en tres autos legendarios.

El sistema anunció en su mente:

「Misión completada: Gastar 20 millones de yenes.」
「Recompensa obtenida: Habilidad SSS [Planificación financiera].」

De repente, cálculos complejos comenzaron a fluir en su cabeza. Podía visualizar inversiones, ganancias, pérdidas, rutas financieras perfectas. Era como tener la mente de un genio económico.

El padre de Kaito, con lágrimas en los ojos, acarició el Maybach.

—Hijo… nunca en mi vida imaginé tener algo así. ¿Por qué haces tanto por nosotros?
—Porque ustedes siempre lo hicieron todo por mí, incluso cuando no teníamos nada. Ahora me toca a mí devolverles lo que merecen.

Los empleados, que antes los habían despreciado, se inclinaron ante ellos. Madame Yukari sonrió con un brillo en los ojos.

—Interesante… no solo tienes dinero, también tienes carácter. —cerró su abanico—. Te observaré de cerca, Kaito Takahashi. Puede que seas más que un simple millonario.

De regreso a casa, los autos brillaban en el garaje de la mansión como tesoros recién adquiridos. Haruka corrió a verlos, emocionada, y la madre no paraba de agradecer a su hijo.

Kaito, sin embargo, estaba en silencio en su habitación, mirando el techo.

—El sistema… dinero infinito, habilidades SSS… ¿hasta dónde me llevará esto?

El resplandor azul del sistema apareció frente a él:

「Siguiente misión desbloqueada: Gasta 50 millones de yenes. Recompensa: Habilidad SSS [Control absoluto de negocios].」

Kaito cerró los ojos y sonrió.

—Entonces… que comience el siguiente nivel.

Etiquetas: sistema

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