Ella
contaba con cierto problema respiratorio que le impedía mantener una
vida decente en un inicio, ella no podía darse el lujo de la vida
soñada para toda dama bella, aunque sus pulmones eran débiles, ella
también tenia cierto problema con el frio, con la ventisca helada de
palabras dolientes que apuñalaban el alma, entre tanto dolor siempre
mantuvo la cabeza alta, ella es hermosa, tiene labios pálidos como
si se maquillara con nieve, también tiene mejillas rojas como la
sangre antes de detenerse entre la piel, ella era virgen, yo no me
acuerdo la fecha exacta de su estado culmine de mujer ideal, a pesar
de ello, la meretriz siempre se mostraba inconforme con la idea de
ser señorita, ser mujer es lo que deseaba, ella vivía soñando
amaneceres donde caen flores, donde la nieve muere, pero que triste
fue para ella hacerse mujer. Si la memoria mía no falla, se hizo
dama con un marinero de apellido Cortés, era alto, era fuerte, era
apuesto. Un hombre ideal para una mujer cualquiera y ella lo sabia, a
veces me pregunto porque era tan ignorante o porque se mostraba tan
terca, quizás es porque amaba como si de eso dependiese su vida o
tal vez amaba porque se quería deshacer del dolor, ella era una
palabra desconocida para mi diccionario, hasta que tuve la fortuna de
conocerla, como me arrepiento de esos sentidos irracionales que me
gritaban. “Ama, ama, solo ama, da el corazón ante todo, cobarde da
la cara porque si la quieres, porque si la amas, lo sabrás demostrar
y no te dolerá más nada.”
Meretriz
bella, tenia la figura perfecta para cualquier buena persona, quizás
es por eso que en algún momento se fijo en mi, pero no le pude
demostrar que la amaba, no le supe querer, ella, ella me miraba,
ahora no lo hace, yo la miro, yo la miro. Quizás ahora tengamos
caminos separados, puesto que si caminamos juntos nos hacemos daño.
Ella sufre por mi culpa, por mi gran culpa, ella quizás no me quiere
o tal vez aun me ama, quizás quiere que vuelve a intentarlo de
nuevo, aunque ¿cuantas veces lo habré intentado? Creo que mil o tal
vez fueron millones de fracasos simultáneos que ocurren día tras
día. No entiendo el motivo claro de porque decidí equivocarme, si
después de todo yo la amaba, bendito fuese el dolor de mi corazón,
porque ahora duele menos, ahora quizás no sufro como antes, pero
ahora muero. Aun tengo algo de miedo de que ella este con otro, pero
fuese lo normal para una bella mujer de su edad, después de todo es
hermosa, camina con cierta gracia, evita cansarse, su nariz pequeña
se me hace tierna, aunque ella también tiene defectos, pero trato de
ignóralos, ella me lastimaba, pero sumergí mi corazón en su empatía
y de ese sitio no lo deseo sacar, porque la amo, yo la adoro, deseo
amarla, pero ella creo que no quiere estar conmigo, no la puedo
culpar, no la quiero culpar, después de todo es mi culpa. Por mi
insistencia la conocí, por mi amor la adore y por mi torpeza la
perdí, no quiero pensar en lo que pasaría si volvemos, quizás la
adore como a una diosa o tal vez la mate por hacer un daño
imperdonable al corazón, tal vez debo olvidarla, pero tal vez ella
ya me olvido.
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