Destino Fatal 6.66

Destino Fatal 6.66

Tito

19/05/2025

Introducción 

Cuentan que en ciertos cines, si proyectan Destino Final 6 a las 6:06 p.m., la película cambia sola. No tiene el mismo título.

Se transforma en Destino Final 6.66.

Y entonces comienzan los “accidentes”.

Primero una caída.

Luego alguien se ahoga con sus snacks.

Después, uno por uno, los espectadores aparecen en la pantalla… segundos antes de morir.

Dicen que todo comenzó en el Cine Aura.

Que nadie salió con vida.

Que el proyector aún funciona, pero nadie se atreve a encenderlo.

Y que si ves tu cara en la pantalla… es porque ya estás en la lista.

Así que la próxima vez que vayas al cine, y empiece una película con escenas demasiado reales, recuerda:

no te burles, no te levantes… y jamás mires hacia la última fila.

Huele a sangre…. La muerte reclama.

Chapter 1: Risas Diabólicas

El Cine Aura estaba a reventar. La esperada proyección de Destino Final 6 había atraído a fanáticos, escépticos y morbosos por igual. Nadie sabía que aquella función sería la última para algunos.

Todo comenzó cuando la película apenas arrancaba. Una chica tropezó en las escaleras, sus gritos se mezclaron con la música tétrica de la intro. La mayoría creyó que era parte del espectáculo. No lo era. Su cráneo hizo un sonido seco al golpear el concreto.

Segundos después, una pareja en la fila 6 dejó caer sus palomitas, nachos y sodas, creando una trampa resbalosa digna de un slasher de bajo presupuesto. Una chica, sentada detrás, se rió a carcajadas. “¡Destino Final versión latina!”, gritó.

Al reírse, su propia soda se le escapó de las manos, salpicando al espectador de adelante que, molesto, giró bruscamente… y se dislocó el cuello.

Las luces bajaron. La pantalla mostró un mensaje que nadie recordaba haber visto en trailers oficiales:

> «Si ríes de la muerte, ella te toma primero.»

Nadie supo quién lo escribió. Nadie supo por qué justo en esa función la muerte parecía haberse colado…

Pero los accidentes no pararon.

Ni tampoco el contador de cuerpos.


Chapter 2: El Proyector Maldito

Mientras los acomodadores limpiaban discretamente la sangre de la chica que se cayó en las escaleras (conservando la calma como si fuera rutina), la película seguía. Las escenas de muertes imposibles arrancaban aplausos… hasta que un extraño ruido fuera de la película comenzó a escucharse.

Un zumbido bajo. Como si el proyector estuviera gruñendo.

“¿Alguien más escuchó eso?”, preguntó un chico llamado Diego. Nadie respondió. Solo se oyó el estallido de un foco.

En la pantalla, un personaje del film moría aplastado por una estructura de cine… segundos antes de que una lámpara real cayera desde el techo y aplastara el stand de snacks.

La gente comenzó a ponerse nerviosa. Algunos pensaban que era marketing extremo. Otros, que todo era pura coincidencia. Pero una mujer mayor murmuró:

—Esta película no se debería proyectar. Dijeron que estaba maldita desde el rodaje. Tres actores murieron antes de terminarla.

Entonces, la pantalla titiló.

El título ya no era Destino Final 6.

Ahora decía: «Destino Final 6.66 – Tú eres el siguiente

Una pareja intentó huir… pero la puerta de salida no abría.

Las luces de emergencia parpadeaban como si fueran parte de la película.

Y un nuevo personaje apareció en la pantalla: no pertenecía al elenco.

Era una versión distorsionada de alguien del público.

Diego.


Chapter 3: Miedo Reflejado

Diego se quedó helado. Su rostro aparecía en la pantalla, con los ojos arrancados y la boca cosida con cinta de 35mm.

—¿¡Qué carajo es esto!? —gritó.

Intentó correr, pero resbaló con la soda de la chica burlona. Al caer, su cabeza chocó con el borde del asiento… y quedó inmóvil. Justo como en la pantalla.

La gente comenzó a gritar.

El proyector proyectaba rostros del público, uno a uno.

Cada vez que alguien aparecía, algo les pasaba.

—¡Apaguen eso! —gritó la chica burlona.

Pero ya era tarde.

Ahora ella aparecía en la pantalla… riéndose.

Y detrás, una sombra con cara de calavera le susurraba algo al oído antes de arrancarle la lengua.

En la vida real, la chica se levantó gritando, intentando taparse la boca…

y se ahogó con su propia soda.

Capítulo Final: La Última Butaca

Los sobrevivientes forcejearon con la puerta de emergencia. Nada.

Las luces del cine parpadearon una vez más.

En la pantalla, solo quedaba una silueta… sentada en la última fila. Observándolos.

Nadie recordaba haberla visto entrar.

La imagen cambió.

Una nueva proyección comenzó: no era una película…

Era una transmisión en vivo del público dentro del cine.

Uno a uno, los rostros de los asistentes aparecían con una cuenta regresiva al lado.

00:30… 00:29… 00:28…

Un susurro llenó la sala:

—Mientras haya alguien mirando… el final no llega.

La pantalla se apagó.

El contador seguía.

Y en algún cine del país, Destino Final 6.66 acababa de empezar a proyectarse… otra vez….

Fin

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