La Tenue Esperanza del Ave Suicida

La Tenue Esperanza del Ave Suicida

Neiver Rodriguez

19/04/2025

En la apacible inmensidad que abarca la vida,
rodeada de un sentimiento eterno;
de manera creciente, quema cada vez más.
Y jamás se olvida el dolor del alma.

Al igual que un recuerdo que se extingue,
o un barco hunde su velero.
Tal vez, una riqueza ya gastada,
o un tren que ya no volverá.

Mi corazón está, aunque de cierta forma murió;
mi mente no es la misma de ayer,
así que ella también dejó de existir.
Al igual que yo no reconozco mis pasos,
mis huellas son manchas en el camino.
El polvo, o la arena, incluso la nieve,
no le dan forma a mis pies.
Solo es un agujero, que es más hondo,
de lo que se ve a simple vista.

Me llaman el ave suicida; ayer volaba,
y yo mismo corté mis alas.
Después, me encerraron en una jaula,
en la que no puedo escapar.

Mis patas no sirven, no quieren caminar.
Respiro solo porque mi cuerpo se aferra a vivir;
Supongo que la conciencia tiene motivos para vivir,
y mi ser,
busca excusas para negarlo.

Qué tan simple y complicada es la mente humana;
pienso más de lo necesario y actúo menos de lo debido,
esa es la causa principal de la desgracia.
Ya que al hundirse en pensamientos, la marea no te dejará salir,
hasta que te ahogues.

Al menos, no hay preludio como el hecho por uno mismo,
ni mayor agonía que prevalece
en aquellos que yacen sumidos en el pesar,
con el que cargan un peso longevo en su pequeña espalda.

Se supone que crear cadenas, las cuales condenen tu vida;
son más que cosquillas en la panza,
pues nada es más agonizante que recibir un peso propio.

Peso que puedes soltar en cualquier momento,
solo que se amarra a mi propia carne,
carne que parece botar sangre eterna,
nada acaba con esa hemorragia fluyendo por mis venas.

Al menos poseo menos de lo que creo que tengo,
aquel término establece una tonta sonrisa;
demuestra mi ser, que hay mucho por ganar,
tanto por ver, por medio de mi mirada exánime.

Supongo que mi inmensidad,
es un futuro afortunado,
el cual veo inhóspito.
Debería dejar de ser fatalista y,
enfocarme más en acabar con estas ganas fatales de sufrir.

Por ello, alzo al vuelo,
debo aprender a volar;
así posea unas alas muertas.

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