( fragmento 1)
En la pantalla, un corazón roto parpadea en GIF.
La leyenda dice: «Error 404: Amor no encontrado».
Yo, un avatar de mí mismo, vago por la red,
buscando el match que nunca llegará.
( fragmento 2)
«Érase una vez…», dice el algoritmo,
«Una princesa encerrada en un castillo de datos».
Pero el dragón es un firewall, y el príncipe,
un hacker solitario con un teclado roto.
( fragmento 3)
«No estoy triste», tuiteé con un hashtag irónico.
Pero los emojis de lágrimas me delataron.
En el fondo, una canción de desamor en bucle,
la banda sonora de mi existencia virtual.
( fragmento 4)
¿Recuerdas cuando nos conocimos en un chat?
Tu foto de perfil era un filtro de Instagram.
Nos prometimos amor eterno en un foro online,
pero la conexión se cayó, y nunca volvimos a hablar.
( fragmento 5)
Ahora, solo me quedan memes de desamor,
y la esperanza de que algún día,
el algoritmo encuentre a mi alma gemela.
Mientras tanto, sigo deslizando perfiles,
en busca de un «me gusta» que me haga sentir real.
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