LA HERENCIA DEL SOL

LA HERENCIA DEL SOL

fran

14/03/2025

La Navidad había llegado a la ciudad y con ella, una sensación de calma extraña. Los edificios brillaban con luces multicolores, las calles se cubrían con una capa de nieve que reflejaba la luz de las festividades. Sin embargo, en su corazón, Valeria Aslan sentía que algo estaba por suceder. La joven había vivido una vida tranquila como estudiante de ciencias, pero la reciente revelación sobre su herencia había alterado su vida, que había sido como una taza de leche hasta ese entonces. La conexión con una antigua civilización que hubiera emocionado a cualquier profesor de arqueología, sumado a los poderes que había descubierto, la ponían en el centro de una batalla que ni siquiera sabía que existía. Era la víspera de Navidad cuando el artefacto despertó. Valeria, sola en el laboratorio de su familia, observó cómo la esfera que había encontrado entre las pertenencias de sus padres comenzó a brillar con una intensidad cegadora. En ese mismo instante, una presencia extraña se filtró en su mente, como un susurro que venía de tiempos lejanos. La voz le hablaba de un poder que corría por su sangre, un poder que pertenecía a una civilización olvidada que había gobernado más allá de las estrellas. «Eres la clave», decía la voz. Pero ¿la clave de qué? El silencio se rompió con el sonido de una puerta abriéndose. Kail Storm, un hombre de aspecto serio, vestido con un traje formal cuya tecnología de fibras ella no comprendía, entró en la sala. «Tu destino está aquí», dijo con una calma inquietante. «Debemos irnos antes de que lo encuentren».

«¿Quién?» preguntó ella, aún sin comprender.

Kail responde, mirando por la ventana como si esperara algo. «El Emperador ha regresado y, con él, su inteligencia artificial, “Horus”. Están buscando tu poder«.

La noche caía rápidamente y las luces de Navidad parpadeaban por toda la ciudad. Valeria se sintió pequeña bajo la presión de lo que acababa de descubrir. Estaba conectada a algo mucho más grande de lo que había imaginado, algo que ya no podía ignorar. Antes de que pudiera procesar todo lo que había aprendido, Saffiro Knight apareció, con su capa ondeando a su alrededor como si viniera de otro mundo. «El pasado y el futuro se entrelazan», dijo, «pero hay una elección que debes hacer. Tu poder… no solo lo busca el Emperador y Horus. También lo buscan aquellos que desean que el tiempo mismo se rompa».

Mientras la nieve caía sobre la ciudad, Valeria se contempla a sí misma y piensa en el poder que ella tiene, luego a Kail y Saffiro. El futuro ya no era incierto. Sabía lo que debía hacer, pero la pregunta era: ¿sería suficiente para detener la oscuridad que se aproximaba, justo en el corazón de la Navidad?.

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