En el principio
No había nada.
Mas entonces hubo algo.
Una luz. Y una sombra.
Una muerte. Y una vida.
Pues nada que no haya muerto puede engendrar
Nueva vida.
A esa luz y a esa sombra llamamos Y.
Y fue quien dijo:
Un mundo habéis vivido,
Y aún otro viviréis.
Y con su luz creó estrellas.
Y dijo: Todo aquel que mis estrellas busque,
Misterio encontrará.
Y vio que era bello.
Y por eso lo llamó bueno.
Y buscó en sus estrellas,
Y en ellas vio sueños.
Y dijo: Todo aquel que en sus sueños habite,
Vida engendrará.
Y vio que era bello.
Y por eso lo llamó bueno.
Y soñó con su hogar.
Hogar de luz y de sombras.
Y soñó con la hierba al mediodía,
Y con acantilados sin fondo,
Y con risas de amigos,
Y con llantos angustiados.
Y vio que era bello.
Y por eso lo llamó bueno.
Y contempló su obra.
Y se sintió feliz.
Y dijo: Es tiempo de que soñéis vosotras,
Criaturas mías.
¡Vivid!
¡Vivid, creced y soñad!
¡Y odiaréis y amaréis y de vida este gran mundo
Explotará!
Y vio que era bello.
Y por eso lo llamó bueno.
Y entonces cerró los ojos.
Y dejó que la luz de la vida
Y la sombra de la muerte
Descendiesen sobre el mundo.
Y vio que era bello.
Y ya no vio más.
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