Que así sea!! parte I

Hace ya varias noches que tu figura me roba el sueño, recordarte me mantiene alerta, dispuesto. No sé si vuelva a verte, ni siquiera se tu nombre, aunque me gusta pasar tiempo adivinándolo. 

Repaso una y otra vez como fue que nos cruzamos, no se si estoy volviéndome loco. Si solo te soñé o si en verdad existes. Más el suave aroma de tu piel, tu mirada cálida y tu boca en la mía, me hacen creer que volveré a verte  y ruego cada noche porque así sea.

Entre esa tarde en aquella cafetería esperando un sorbo de ese elixir que me hace soportable los días. Solo quería un café, me senté sin ánimos, sin una pizca de cordura en mi rostro ordene solo un café, levante la vista y ahí estabas tu… radiante, casi parecía que flotabas y danzabas en armonía con el viento, no podía dejar de mirarte tu cabello oscuro, ondulado que se movía en sintonía con tus ojos hermosos, me miraste y sonreíste. 

Unos segundos como imanes nuestros ojos se quedaron ahí, yo pasmado, desperté, me acomode el cabello me senté erguido en mi silla y sentí unas ganas de correr tras de ti. Una emoción nata, inocente de descubrirte y silencioso te observe desde mi mesa, adivinando cual seria tu historia. Segundos más tarde caminaste hacia mi y tus labios se movían, todo tu ser estaba ahí frente mio. 

-Puedo sentarme- dijiste. Aturdido, tartamudee y logre decir entre balbuceos, -Claro-. 

Me sentí estúpido. El viento movía tu cabello y con tus manos tratabas de detenerlo y mantenerte peinada mientras reías, me miraste y tu aroma volaba hasta mi, nunca me había sentido igual una mezcla de nervios y alegría, con la sensación de que podía hacer cualquier cosa en ese momento. 

Sin embargo no puede hablar solo sonreí, trajeron mi café y sin decir una palabra lo tome, le puse un poco de azúcar y seguí quieto observándote,  No sé si sentía miedo o emoción pero me quede paralizado solo mirándote. Tu café estuvo listo, lo preparaste y lo tomaste con cuidado entre tus manos, lo acercaste a tu cara para olerlo y suspiraste. En seguida tomaste mi mano y acercaste tu cara a la mía, sin aviso susurraste en mi oído, -¡Adios!- Pude sentir tus labios pasando por mi oído y los llevaste a mi boca dándome un tierno beso, me miraste sonriéndome y con tus ojos que brillaban, te despediste. Yo sin poder reaccionar solo te vi alejarte, te seguí con la mirada hasta que te perdiste a lo lejos. 

Ahora mi plegaria cada noche es volverte a encontrar y repaso tu rostro, y recuerdo tu aroma, solo pido que Así sea!. Que pueda volverte a ver. 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS