La Marca del Eclipse – Segunda Parte

La Marca del Eclipse – Segunda Parte

Mateo Arriz

03/02/2025

Capítulo 5: La Marca del Eclipse

Kael despertó empapado en sudor. La visión había sido vívida, como si hubiera tocado algo más allá de la realidad, algo que estaba a punto de desbordarse. El susurro del hombre encapuchado todavía resonaba en su mente, como una melodía olvidada que no podía recordar completamente. Algo en su interior le decía que ese encuentro no había sido solo un sueño.

Eldric lo recibió en su oficina al amanecer, su rostro sereno pero grave. «Kael, hoy comenzamos con el entrenamiento para aprender a manejar el poder que llevas dentro. Sin embargo, debes saber que las cosas no serán fáciles. El control total de tus habilidades no es algo que pueda lograrse en un día.»

Kael asintió, sintiendo la presión del futuro que se le venía encima. Eldric le entregó un pequeño amuleto de cristal. «Este talismán te ayudará a concentrarte. Cuando tus habilidades se desborden, puedes recurrir a él para estabilizar tu energía. Pero ten cuidado, su poder es limitado.»

El joven lo observó en silencio. Al menos, algo tangible en sus manos podría darle algo de esperanza. Sin embargo, algo en su interior seguía inquieto. La visión del eclipse y el hombre encapuchado parecían estar relacionados con algo mucho más grande de lo que el director le estaba revelando.

El día transcurrió entre intensos entrenamientos. Kael luchaba por controlar la energía que pululaba a su alrededor, a veces desbordándose y creando pequeños destellos de fuego, viento y agua en su entorno. Pero el poder de Kael era caótico. Con cada intento de control, se sentía más abrumado, más consciente de lo impredecible que era.

Cuando el sol comenzaba a ponerse, un estallido de energía rompió la concentración de Kael. A su alrededor, el aire se distorsionó y la tierra tembló ligeramente. Eldric, con su calma habitual, lo observaba desde la distancia, evaluando cada movimiento.

«Esto es solo el comienzo», dijo el director, su tono grave. «Lo que llevas dentro de ti no es simplemente una combinación de elementos, Kael. Es algo más antiguo, algo que está conectado con los mismos cimientos de la Academia y el equilibrio del mundo.»

Kael, respirando con dificultad, levantó la vista. «¿Qué significa eso, Eldric?»

El director se acercó, su mirada profunda y llena de misterio. «El eclipse que viste en tu sueño no es solo un fenómeno celestial. Es una señal, una marca de algo que ha estado esperando mucho tiempo. Pero ahora, las piezas están comenzando a moverse.»

Kael no comprendía completamente, pero algo en su interior le decía que estaba a punto de embarcarse en una aventura mucho más peligrosa de lo que había imaginado

Capítulo 6: La Llama de la Incertidumbre

Los días siguientes fueron una mezcla de arduo entrenamiento y nuevas revelaciones. Kael se encontraba atrapado entre el deseo de dominar sus poderes y la creciente sensación de que estaba siendo arrastrado por algo mucho más grande que él. Cada vez que cerraba los ojos, veía aquel eclipse, la sombra que lo cubría todo, y las palabras incompletas del hombre encapuchado.

El entrenamiento bajo la tutela de Eldric se intensificó. Los ejercicios que antes parecían ser simples ahora eran un desafío real. Kael comenzó a comprender que sus habilidades no solo se limitaban a los elementos que controlaba, sino que también estaban ligadas a una antigua energía, algo que ni siquiera Eldric podía explicar completamente.

Una tarde, después de una de las lecciones más difíciles, Kael se retiró al jardín de la Academia. La calma que rodeaba ese lugar le permitía ordenar sus pensamientos. Allí, encontró una figura familiar: Alina, su compañera de estudios, quien lo había apoyado en su primer examen. Ella lo miró con preocupación.

«Kael, ¿cómo te sientes?» preguntó, acercándose.

«Es… difícil», respondió, su voz cargada de incertidumbre. «No estoy seguro de poder controlarlo. Todo esto parece… más grande que yo.»

Alina le sonrió, pero la sombra de su expresión delataba una preocupación genuina. «Recuerda que no estás solo en esto. Todos en la Academia tienen su propia carga. Algunos solo aprenden a vivir con ella, mientras que otros… tienen que enfrentarse a ella.»

Kael asintió, agradecido por su apoyo, aunque algo en su interior le decía que su lucha era única. Justo cuando iba a responder, un susurro oscuro y frío cortó el aire. Kael giró rápidamente, pero no vio nada. Solo un estremecimiento recorrió su cuerpo.

«¿Lo sentiste?» preguntó Alina, alarmada. «Algo… algo no está bien.»

En ese momento, Eldric apareció, su rostro grave. «Kael, Alina, vengan conmigo. Es hora de que conozcas la verdad.»

Capítulo 7: El Secreto del Eclipse

Eldric los condujo a una sala secreta en las profundidades de la Academia. Las paredes de piedra estaban cubiertas con antiguos símbolos que Kael no entendía, pero algo en ellos le resultaba familiar, como si estuviera viendo algo que había conocido en otra vida.

«Lo que voy a mostrarles ahora es algo que pocos han visto», dijo Eldric, su voz resonando en el eco de la sala. «Esto es parte de la historia de la Academia, una historia que se remonta a miles de años.»

El director comenzó a desvelar antiguos pergaminos, y Kael pudo ver, con asombro, imágenes de un antiguo ritual que involucraba un eclipse similar al que había visto en su visión. Según Eldric, en tiempos remotos, la Academia fue fundada por un grupo de magos conocidos como los «Guardianes del Equilibrio». Ellos habían descubierto una fuerza primordial, un poder capaz de controlar todos los elementos, pero también de destruirlo todo. Para mantenerlo a raya, sellaron esa energía en un templo oculto, cuyo acceso solo se podía activar durante un eclipse solar.

«Kael,» continuó Eldric, «esa energía no solo reside en el templo. En tu interior, hay una conexión con esa fuerza, una conexión que creíamos perdida. El eclipse que viste es la clave. Es el momento en que el sello podría romperse, y tú… podrías ser la única persona capaz de detenerlo o liberarlo.»

El joven sintió un nudo en el estómago. No entendía completamente lo que esto significaba, pero algo en su interior lo impulsaba a seguir adelante.

«Entonces, ¿por qué no me lo dijiste antes?» preguntó Kael, su voz llena de incertidumbre. «¿Por qué esconderme esto?»

Eldric lo miró fijamente, como si estuviera sopesando sus palabras. «Porque el poder dentro de ti no es solo un don, Kael. Es una carga. Los Guardianes del Equilibrio fueron capaces de sellarlo, pero el riesgo de liberar esa energía… es impredecible.»

Alina, que había estado en silencio, finalmente habló. «¿Qué debemos hacer ahora?»

Eldric dejó los pergaminos y se acercó a Kael. «Ahora, debes elegir. El entrenamiento que seguirás no solo será físico, sino también mental y espiritual. Deberás enfrentarte a lo que llevas dentro y aprender a controlarlo, o correrás el riesgo de ser consumido por esa energía.»

Un largo silencio cayó sobre la sala. Kael sabía que lo que estaba por venir cambiaría su vida para siempre. La decisión estaba en sus manos, pero, ¿realmente tenía el control de su destino?

Capítulo 8: El Despertar Interior

El entrenamiento de Kael con Eldric alcanzó nuevas alturas. Cada día se enfrentaba a desafíos más difíciles, no solo en su control de los elementos, sino también en su resistencia emocional. Las lecciones eran exhaustivas, y las noches se llenaban de extraños sueños. En ellos, el hombre encapuchado volvía a aparecer, siempre rodeado por la sombra del eclipse, sus palabras aún incompletas pero cada vez más claras.

«El poder te consume, Kael. No lo ignores.»

Esas palabras lo perseguían, pero también lo motivaban. A medida que avanzaba en su entrenamiento, comenzó a entender que no era solo su capacidad para controlar los elementos lo que debía dominar, sino su propia mente. Los poderes que había despertado dentro de él eran tan vastos y tan antiguos que solo al aceptar su propia oscuridad podría aprender a controlarlos.

En uno de sus entrenamientos más intensos, Kael enfrentó su primera prueba real: invocar todos los elementos al mismo tiempo. Viento, fuego, agua y tierra giraban a su alrededor como una tormenta destructiva. Pero cuando los intentó unir, algo ocurrió. Una explosión de energía lo lanzó hacia atrás, y el jardín donde entrenaba se desplomó parcialmente.

«¡Kael!» gritó Eldric, corriendo hacia él.

«Estoy bien», murmuró Kael, levantándose, aunque su rostro estaba pálido y su cuerpo agotado. «Es más difícil de lo que imaginaba.»

Eldric lo miró con una mezcla de admiración y preocupación. «Este poder no es algo que pueda ser domado por la fuerza. El control vendrá solo cuando dejes de luchar contra él.»

esto aun sigue espero les guste en la siguen publicación de sera la final los quiero

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