Con Bla Bla Car nunca es un viaje más … Recogí a Jorge en la esquina que me indicó, puntual y con cara de sueño. Desde el principio, parecía tímido, y cuando le pregunté si iba de viaje o de trabajo, me miró como si le hubiera hecho una pregunta complejísima. «Voy a una boda…», murmuró con una mezcla de pánico y resignación.
Decidí animarlo un poco. “Las bodas son una aventura, ¿no? Gente vestida de gala, discursos que nadie pidió, y una tarta más cara que el vestido.” Pareció relajarse y, sin que yo lo esperara, empezó a contarme sobre la familia surrealista del novio, que resultó ser su primo. Con cada frase, parecía que la situación se volvía más increíble. Su primo, según me contó, era famoso por hacer el ridículo en cualquier ocasión importante, y en una boda, eso solo podía terminar en desastre.
“Una vez intentó recrear un parque temático en su jardín porque dijo que era su ‘sueño de infancia’,” dijo Jorge, imitando la voz solemne de su primo. “Llevó peluches enormes, un inflable con forma de dragón, y una cabra que alquiló porque pensó que el toque ‘rústico’ le daría realismo.”
Me reí tanto que casi se me va el coche en una curva. Jorge empezó a soltarse más, y me contó que su primo había planeado un “show sorpresa” para la boda, consistente en una coreografía de bachata con el padrino y una versión alterada de «Bésame Mucho» en la que pensaba cambiar la letra a “Cásate Mucho” para dedicársela a la novia. “¡Y lleva dos semanas practicando con tutoriales de YouTube!”, agregó Jorge, riendo a carcajadas.
Llegamos a su destino, y antes de bajarse, Jorge me miró casi en serio y dijo: “Si escuchas en las noticias sobre una boda con animales y bailarines amateurs, ya sabes de quién es la culpa. Si todo se descontrola, puede que te llame para que me rescates.” Le di mi número, todavía riéndome, y me despedí con la promesa de que esperaba un reporte completo del desastre.
Al arrancar de vuelta, no pude evitar imaginarme al primo con la cabra, intentando hacer su show… y sentí que yo también me estaba perdiendo la boda del siglo.
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