Era una vez un señor que era profesional cargando solo el tronco de pino sin importar su tamaño…Siempre que intentó cargar algún otro tipo de tronco, no era capaz, incluso en la rama más reducida.
El señor tenía un hijo pequeño que cortaba árboles de pino para que su padre pudiera llevarlos a casa para montar el fuego de su fogata.
El pequeño leñador estaba cansado de siempre cortar el mismo tipo de tronco, por lo que un día se le ocurrió la ingeniosa idea de cortar el tronco de un Abeto blanco y lo modificó para que se pareciera al de pino… El leñador llamó a su padre para que cargara el tronco y así llevarlo a casa.El señor se acercó y lo levantó como si fuese una simple y pequeña hormiga.Al llegar a casa, el chico sorprendido decidió contarle a su padre y este no se lo pudo creer.El padre fue directo al tronco e intentó levantarlo una vez más para comprobarlo, pero el tronco ni se movió.
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