Hubo una vez, fui invitado a comer. Apenas inicie y ya todo parecía un desastre. Me arrepiento ahora, y no sé si por haber empezado o el haberme detenido.

Mas estoy empezando a enteder, contemplando lo enigmático de este atardecer, te veo y quiero comer.

Por ti mi corazón se mueve de aquí para allá. Aunque sigo en el mismo lugar.

Vuelvo a ver tu belleza, los sentimientos mueven al corazón y tengo hambre, te quiero más.

Este amor hace volar hacia ti mi alma, paseando por donde tu avanzas, fuego se estremece en la piel, despertando ganas.

El hambre crece, hambre de quererte, hambre de tenerte, hambre, y poder besar en el estanque.

Si te encontré o me encontraste, no es relevante, sé que no quiero perder, otra vez. y si te digo, te amo, no espero ser recompensado, ojalá me puedas entender.

Entonces. ¿Me ves? Si te encontré, o si tu me buscaste hasta encontrarme, ya no quiero alejarme de ti. No me dejes ir.

No te estoy poniendo a decidir, sólo lo quise decir.

La tierra se alimenta con la muerte de lo que una vez tuvo vida, mata su hambre, para traer más vida y es un proceso de tiempo completo.

¿Podemos alimentarnos de lo que está muriendo? Mi hambre crece, y no estás a mi alcance. Acabemos con el espacio entre tu piel y mi piel, y que las almas en su esencia se encanten.

Sacia mis ganas.

Degustar de las caricias de tus labios, tu boca besando mi boca, callados o hagamos amor con las palabras.

Permiteme tan sólo un gusto, aunque no mate mi hambre.

Sólo quiero decir hello.

Pero creo que ya sólo me toca decir adiós.

*****

(Muchos pensamientos, vivencias, sentimientos para ordenar, no los podía arreglar, tratando y siempre quedó mal.)

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