De Bestias, Presas y Cazadores

De Bestias, Presas y Cazadores

ReM

06/10/2024

Dentro del monstruo está la ira, dentro del monstruo está la crueldad, dentro del monstruo está el terror, y con sus dientes afilados desciende sobre la criatura, las garras despedazan la piel y los gritos son ahogados por sus siseos asquerosos. La bestia destruye, la bestia toma, la bestia traiciona; el monstruo se deja al descubierto, se quita la piel, y la verdad de su ser, pútrido y cruel es mejor que las mentiras de la falsa oveja. La bestia mata y cuando termina, ella vuelve a las farsas. Pero la destrucción del monstruo no es suficiente, la presa se cubre con la piel abandonada y reconstruye con esfuerzo lo que la bestia desgarró; cose la piel con puntadas desiguales y la grandeza de su sufrimiento se transforma en ira abrasadora, la piel se pega con el cuero desechado de la bestia y dentro nace el odio y el resentimiento. La presa ya no es presa, pero cazador, matador de bestias; y a diferencia del monstruo, el cazador no se esconde, el cazador lleva las cicatrices por fuera, el cazador no es ruin como la bestia, el se regocija dentro de su ira, la usa para avanzar, las notas crueles de su cuerno de caza invitan a la violencia y baila con el dolor como un viejo amigo. El cazador se mueve al compás de la rebelión y se libera de las cadenas que en otra vida lo hicieron presa; grita, canta y llora pero nunca se queda en silencio. La bestia asesinó a la presa, y al hacerlo firmó su propia sentencia de muerte.

Renée

Etiquetas: poesía

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