fuera de mi casa

fuera de mi casa

sam

21/07/2024

Si de vez en cuando me visitas sin anuncio,
como sombra furtiva que irrumpe en la noche,
hoy irrumpiste y desmantelaste toda mi choza,
mi humilde morada de sueños y sosiego.

Te esperaba con recelo y hasta con pétalos de rosa,
preparando el alma para tu llegada incierta.
Aterrada de volver a caer en tu desparpajo tan turbio,
te despedía con apuro de la quinta.

– Vete, vete, el vino se ha acabado.
No preciso más la compañía de tu rostro dorado.
Dejemos la velada como amerita
y mañana veo si me paso yo por tu finca.

Qué tal cosa me ha generado saberte tan cerca.
Qué tal engorrosa sensación de desespero al pensarte de carne y hueso,
paseándote por la estancia empolvada, sin remordimiento a la vista.

Expropiando mi calma, con la tripa adolorida del esfuerzo de la risa,
que retumba incesante en los pasillos,
que agrieta, de mi tercio, la cornisa.

Cómo deseo que esta almohada se enfríe y dejen de hervir mis sienes
y que la entrometida luz de la ventana termine por verme a mí, cuando torne anaranjada,
para por fin recostarme con calma y te vayas a tu encuentro matutino con la nada
y así poder ignorarte de lleno, con la cara lavada y la casa ordenada.

Etiquetas: casa metáfora

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