La madre muy firme, ni el viento ni la lluvia logran botarla se nutre de la tierra más fértil y hunde sus raíces lentamente en la tierra entrelazando sus raíces cada una en armonía y belleza.
Cuando el frio llega sin compasión ella deja caer unas hojas secas sin verde ni vida.
Caen sin jugar con el viento y se mezclan con la tierra dando a su madre energía vital para avanzar con la vida.
Un día un punto de color al otro una hermosa flor de aromas para el mundo.
A la semana se ven cientos de flores de un solo rosado junto a otros árboles como un gran cuadro de Monet de belleza primaveral. El tiempo no para y los pétalos se van con el viento, nuevamente una nueva historia como un milagro donde estuvo esa flor llega una pequeña sorpresa que cuelga de su madre esperando crecer y no caer.
Se aferra firmemente pero cuando su color es el más bello de todos y su tamaño la perfección cae firme en un hermoso final. Separándose de su mundo y quedando solo en el firmamento con su perfecto color rojo y sabor único.
¡Viene aquel ser evolucionado y se admira de sus atributos para luego llevarse esa gran manzana roja para siempre!
26 de septiembre 2020
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