Desde lo más oscuro de un corazón un sentimiento expiro, en medio de tanta niebla mi
alma está en un rincón, esperando una luz que me alumbre así olvidar todo recuerdo, toda
penumbra, al olvidarlo todo te olvidara a ti, quiero alejarme y en el exilio ser feliz.
En medio de tanta niebla, en silencio, escucho la sinfonía muerta, la sinfonía del desprecio,
una sinfonía que recuerda el precio, el precio por mi pecado, jamás debí haberte amado.
Del rosal de rosas blancas y rojas fuiste la negra, la más hermosa y al tratar de apreciarte
me espine, venenosa eras y ahora moribundo me encuentro.
Solo ruego a mi buen Dios, que tu imagen desaparezca del salón de lo vivido y mientras
abrazo el recuerdo con odio, se escucha la sinfonía muerta opacando de mi corazón los
latidos y ya sin fuerzas deja de latir un corazón herido…
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