Tikal, el nombre con el que actualmente conocemos al sitio donde se alzó el poderoso señorío clásico de Mutul. Tras el colapso maya preclásico y con la fusión de la influencia de Teotihuacán se posicionó como un referente cultural de las tierras bajas mayas del Petén central clásico.
Si bien Tikal no es un referente como tal de la arquitectura preclásica como lo fue El Mirador o Nakbé al noroeste del Petén, es en este periodo donde empiezan a gestarse las bases del estilo arquitectónico que marcaría el clásico maya en la zona e ícono del poderío de sus gobernantes.
Tikal plantea un estilo arquitectónico que los estudiosos del tema han denominado: Petén, que continúa la tradición constructiva y estilística de las ciudades de la cuenca del Mirador y plantea sus propias características para darle sentido de identidad al mismo. Los arquitectos mayas analizaron pautas morfo espaciales, intimistas y estéticas para la planificación de los edificios.
La estilística abarcó toda la zona donde los gobernantes de Mutul (Tikal) ejercieron su influencia, estos efectos se pueden evidenciar en sitios cercanos a Tikal como lo es Uaxactún, Yaxha, Nakum, Sotz, entre otros. Las edificaciones generalmente se caracterizan por el uso de la escala monumental, cuentan con basamentos piramidales, la mejora del sistema talud-tablero y el mascarón adosado. El elemento estilístico por excelencia de este estilo son sus imponentes y pesadas cresterías que se alzan desde el muro posterior con una magnífica ornamentación en relieve. Elementos que se alzan para decorar el paisaje de la vasta selva.
Destinados principalmente a establecer una jerarquización de clases sociales de la época e identificación del poder. El pensamiento maya en todas sus manifestaciones es evidentemente aristocrático y religioso; esto se ve reflejado en su manera de construir. Todos estos elementos hacen que el estilo arquitectónico Petén, predominante en Tikal sea uno de los más importantes dentro del estudio de la arquitectura maya.
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