Caras largas

Conforme pasan los años la sociedad va evolucionando, increíbles avances tecnológicos, grandes obras de arte, entre muchos más, sin embargo, a medida que esta parece crecer se ven caras largas caminar por las calles.

Mientras recorría la ciudad podía observar personas con una expresión en sus rostros que denota infelicidad, personas que van rumbo a su empleo como si fuera el peor del mundo, jóvenes dirigiéndose a sus escuelas sin animo en su mirada, así podría mencionar muchos ejemplos más. Lo que llamo mi atención es pensar porque hay tantas personas con estas caras largas…

–¿Acaso no hay algo que los haga sonreír?

La idea no salía de mi cabeza así que continúe con ella mi recorrido, llegué a mi destino, continuando con mi itinerario proseguí con mi día. Al terminar mi jornada y regreso a casa pude notar aquellas caras largas de nuevo, entonces me puse a pensar…

–“No son sus trabajos, ni la escuela o cualquier otra cosa” … ¿Tal vez es la forma en que perciben sus días?

Reflexionando un poco, note que muchas personas se la pasan en la monotonía sin encontrar sentido a su vida, solo salen de casa creyendo que será un día como todos, que no habrá nada interesante que nada puede sorprenderlos, en algún momento dejaron de vivir solo por querer existir siguiendo el ritmo que el mundo les ofrece sin pensar siquiera que es lo que les hace feliz, una vez entiendes esto descubres que, para cambiar aquellas caras largas, hay que vislumbrar la alegría de cada día.

— Si tu crees que tu trabajo es el peor, así será.

— Si crees que fracasaras sin antes intentarlo, ese será el resultado.

— Si llegas a la escuela con la mentalidad de solo perder tu tiempo, lo que pierdes es la oportunidad de demostrar cuan grande es tu potencial.

— Si crees que no lo lograras, tu mismo te pones el primer obstáculo.

A todo esto, lo más importante es pensar de forma positiva, con total alegría.

Deja de creer que todo es malo, en realidad todo esta en tu cabeza, cierra los ojos un momento, respira profundo y en cualquier lugar en el que estés deja pasar tan siguiera unos segundos, despejando la mente abre los ojos lentamente.

Te sorprenderá descubrir lo que un día puede ofrecer un amanecer sin igual, una noche con estrellas relucientes adornando la bóveda celeste, un atardecer con la brisa que mueve el alma, la voz del maestro que te anima a ser el mejor, tu ambiente de trabajo que puede no ser el óptimo, pero algo de especial ha de traer consigo que te ayude a crecer.

Cada día es un regalo, muchas personas ni siquiera se atreven a desenvolverlo.

No todos tienen caras largas, algunos tienen la mirada al frente con una sonrisa, y ellos no es que sean diferentes, solo aprecian el día buscando lo extraordinario que puede ofrecer, sonreír es increíble, es la receta para disfrutar de cada día.

En el mundo hay suficientes caras largas, de ti depende ser uno más, o ser aquella persona que disfruta del día entre risas y aprendizajes, aquella persona que al final del día recuerda todo lo increíblemente sencillo que vivió y antes de dormir con la última sonrisa despide su día, diciendo…

–“Gracias por un día más de vida”