UN SIMPLE EXISTIR

Cosechas de amor

Una vez me pregunte ¿Que era el amor? o ¿dónde tendría que encontrarlo? He visto como todos buscan la felicidad y el amor, ¿es tan difícil encontrar ambas cosas?

No recuerdo como ni cuando me vio por primera vez, aún era una bebe, pero de algo puedo estar segura que me quiso con toda su alma desde la primera vez que me vio, con los ojitos marrones oscuros, una sonrisa hermosa como de cualquier bebe recién nacida, y yo le llegue a ver desde los cinco años como ese ser lleno de luz y amor.

Lo primero que se hacía en el día, era pastear los ganados en el campo, al medio día escucharlo decir sus anécdotas y cuentos una y otra vez hasta terminar de almorzar, era una rutina de abuelo y nieta, me encantaba pasar el tiempo con mi ser de luz. Cada momento se me hacía hermoso, era una niña pequeña pero sabía que él me protegería en cualquier momento, a veces renegaba de mis locuras pero no podía hacer nada porque me parecía a él.

Una noche llego, me estrecho sus manos para bailar al ritmo de la música de la radio, mi corazón estaba brincando de emoción, amaba esta felicidad, y lo fácil que era vivir con las personas que te aman.

Una mañana llego una mujer, lo vi desde lejos, era un niño escondiéndose atrás de aquella mujer, con miedo a ser visto, me puse en frente, toque su mano por primera vez, era frio y cálido a la vez, mi corazón me hizo sonreírle y decir hola, me miro con una rostro pálido, con ganas de escapar de ese lugar, volví a agarrar su mano, luego lo lleve a casa para que desayunara, ese niño se volvería mi todo y mi amigo de aventuras de la vida, alguien que me prometí proteger como mi abuelo lo hacía conmigo, era mi hermano menor.

Días posteriores no solo era yo la que escuchaba las maravillosas anécdotas que tenía mi abuelo también era mi hermano, poco a poco comenzó a interactuar conmigo, costo mucho, luego de tantas escondidas bajo la mesa me hablaba con fluidez… ¿Esto es amor? Entonces es hermoso.

Entendí que uno no nace completamente solo, nunca estuve sola, siempre estaba la sonrisa de mi abuelo y de mi hermano junto a la mía.

Era hora de regresar a un mundo del cual no me hablaron, no sabía de ese lugar era un futuro in cierto, llego la despidida, ese sentimiento que te estruja el corazón con tan solo pensarlo y te arrepientes de no haber disfrutado el momento con esa persona un poquito más, nos miró con la misma mirada de calidez, con la misma sonrisa de siempre estaré aquí cuando vuelvan, no entendía nada, ¿era necesario dejarlo? Me cuesta mucho aceptar el adiós, pero su mirada me dijo que siempre estará ahí si lo necesito, volveremos a estar sentados y charlando como siempre en aquel lugar, nuestro lugar, me dio ese abrazo que muchas veces compartí pero este se sentía aún más hermoso, partimos a un lugar desconocido, tristes porque se quedaba todas las aventuras experimentadas junto a él.

Junio de 2012….

Ha pasado mucho tiempo desde esa despidida, solo lo sentía cerca cuando miraba la luna y las estrellas.

Sonó el teléfono de mi madre, al contestar sus ojos se paralizaron, empezó a preguntar desesperadamente en su idioma materna el quechua, no entendía que sucedía, hasta que colgó. – mi padre se encuentra hospitalizado, seguidamente lloro, al escucharla mi corazón sintió un punzón ese punzón que aterroriza, como sientes que tu corazón se va rompiendo, de la persona que hablaba era la persona que me acompaño cuando llore por una caída, o cuando me daba pesadillas, siempre estuvo ahí conmigo. La vida es jodidamente cruel

Un día o dos días después, mi madre viajo a ver su padre, a mi abuelo, la angustia, el dolor no se siente igual cuando no te encuentras a lado de esa persona, pero el no saber nada te desespera, sientes que tus pensamientos te matan, los días ya no son los mismos.

Agosto de 2012…

Un mes sin saber nada, un mes lleno de dudas…

La vi entrar por aquella puerta que aquel día salió, pero ahora era diferente, su mirada me decía otra cosa, lo había perdido… no volvería a ver su mirada, ni su sonrisa nunca más, el abrazo que esa tarde recibí fue la última… ahora era de las tantas estrellas que me encantaba observar.

Marzo de 2013…

Pase por aquel camino que una vez caminaba entusiasmada por verlo a él, sin embargo ahora ya no era lo mismo, su aroma se había perdido, se había ido junto con él, en el lugar donde me contaba sus anécdotas se encontraba vacía, como cada espacio de mi corazón que el ocupo, es inexplicable el dolor cuando pierdes a esa persona que te quiso tanto desde el primer momento que te tuvo en sus brazos, se supone que cuando volvería a este lugar tan hermoso, estarías tú, me recibirías con uno de tus abrazos tan cálidos, ahora la soledad es la única compañía que tengo.

Noviembre de 2015…

Las voces de mi interior ¿no gritan muy fuerte? Porque desde hace años te estoy suplicando que me salves, ya intente salvarme, no sabes cuantas veces lo intente pero siempre vuelvo a ese día y lo normal que se me hace, sé que estoy mal, fui a muchos psicólogos sin embargo ninguno logro ayudarme todos me miran con ojos de lastima, me canse de esas miradas, ahora es que necesito un abrazo tuyo mi estrella favorita. 

Te necesito, no sabes cuanta falta me haces, cada año recuerdo menos tu carita, tus gestos, tu mirada, tu sonrisa, no quiero olvidarte, porque eres el único recuerdo que me mantiene aquí, solo necesito de ti abuelo…



                            

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS