SOBRE MI REFLEXIÓN PERSONAL

Definir el avance más significativo de la humanidad es una tarea ardua, pues diferentes áreas han contribuido a nuestro desarrollo, ejemplo de ello es la medicina, la electricidad o el internet. Asimismo, la escritura se posiciona como un hito fundamental, un hilo conductor que nos ha unido a través del tiempo, plasmando en diversos soportes la ideas de la esencia de nuestro ser.

Ya sea por obligación o por pasión, por amor o desamor, la escritura se ha entretejido en las páginas de la historia. Manuscritos antiguos y libretos contemporáneos, susurran las historias y emociones que han habitado el corazón y la mente humana.

Como bien lo expresa Ramón C., la escritura ha encontrado su hogar en la piedra, el papel y las pantallas, adaptándose a cada época con la misma fluidez con que la tinta corre sobre el pergamino. En esta metamorfosis radica la esencia de su magia: la capacidad de trascender las barreras del tiempo y el espacio, conectando a través de sus trazos a generaciones y culturas.

Al igual que en la arquitectura, donde el minimalismo encuentra un refugio armonioso; o en la alimentación, donde lo natural se convierte en un eco a la salud; la escritura también experimenta un retorno a sus raíces, pequeños dibujos digitales son un recordatorio de que la simplicidad puede ser la llave maestra para expresar y comunicar.

Sin embargo, la escritura es mucho más que emojis, es un arte que nos permite esculpir mundos enteros, crear personajes que cobran vida en cada línea y dar voz a sentimientos que de otra manera permanecerían en el silencio.

En sus múltiples formas, desde los jeroglíficos hasta la caligrafía, la escritura se convierte en una herramienta de transformación. Más allá de ser un medio de expresión, la escritura se erige como un puente que nos conecta con el pasado, presente y futuro. A través de ella, dialogamos con las grandes mentes de la historia, reflexionamos sobre nuestro propio presente y dejamos un legado que perdurará en el tiempo.

La era digital nos presenta nuevos desafíos y oportunidades para explorar el potencial de la palabra escrita. Nuevos formatos, como los blogs y las redes sociales, nuevas plataformas, como los audiolibros y los libros electrónicos, y nuevas formas de expresión, como los emojis y los memes, emergen a cada instante, invitándonos a reimaginar el papel de la escritura en un mundo en constante cambio. Como un compositor que experimenta con nuevos instrumentos y técnicas, quien escribe en el siglo XXI tiene a su disposición una sinfonía de recursos para crear obras únicas.

En este contexto, la reflexión personal se convierte en brújula, ¿qué significa la escritura para nosotros? ¿qué tipo de textos funcionan mejor cuando están enriquecidos? La combinación de recursos visuales o auditivos potencian los mensajes ligeros, invitan a una inmersión completa en el mundo que el autor ha creado, cuando están dispuestos adecuadamente sin interrumpir la fluidez de la lectura.

El lenguaje híbrido en la escritura digital, abre los portales de la conciencia al lector a través de imágenes, videos o sonidos que tal vez no conocía, transmite parte de la esencia del escritor y cuando estas herramientas son empleadas en su justa medida, pueden conectar otras historias en la imaginación de quien consume cada palabra.