Una vez he creído que el cielo pueda ser azul, por que si porque así tenía que ser, por qué ser así está bien; pero, cuantas veces he dicho lo mismo de mi, o cuantas veces lo has dicho sobre ti; hasta al punto de no reconocer que o está bien, qué hay algo que hacer, y tiene que ser ahora.
Te cuento un historia de esas que no comprenderás, como catalogo de comida con leguaje que no conoces; donde tu sentidos son lo único que tienes, y al final en lo único que puedas confiar para determinar si la realidad está plasmada es este corto o solo es producto de tu imaginación.
Una historia que empieza todas las mañanas y que termina cuando regresas a cama, donde tu realidad puede ingresar en tal duda que seas incapaz de distinguir cuál es el sueño, o que es lo que en verdad está pasando.
He tenido miedo, de saber que sigue después de recoger mi cuerpo en la mañana, después de ingresar al chorro de agua y cerrar mis ojos para ver mejor, hay un silencio mientras me miro al espejo y pienso que procede ahora, es la blusa o el pantalón; sigue el cabello o los pies, será coherente salir con casaca o con sandalias; hay un silencio que me sigue y pregunta, qué vamos a comer hoy, porque sigo aquí, y porque no.
He tomado el vaso con agua de la mañana, después que el silencio combata con mi mente para no tomarse un té, he estado a solas con el silencio que me pide que tome un trozo de pan o prefiera la comida tibia del microondas.
No siempre se está consciente del silencio que te atormenta, que aconseja que acobarda; que puede estar contigo para animarte que puede llegar a destrozarte, el silencio puede limitar todo puede escucharte y en muchas veces contestarte.
Pero siempre y casi siempre, el silencio está a lado, siempre ha estado ahí y me ha hecho comprender que no estamos solos, que no solo se trata de la alarma de la 7 de la mañana que acabo de posponer, se esconde algo más grande, que no se trata de si comemos hoy o si todos amanecieron bien, o si solo pasaremos un día más en casa esperando que que llegue las noches para regresar a cama.
No solo se trata de historia o la tuya de como continua después de lo que te dire, o si comprenderás que son las 8 de la mañana y aún sigo en cama, y no porque esté mal o esté bien, sino que se trata de nuestra historia esa que tú continuarás, esa que no te conté, y esa que solo tú y yo sabemos…
Ya que es de madrugada y acabo de abrir los ojos, y la historia que te contare, recién esta por suceder… Después de abrir los ojos un día más.
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