Tengo un deseo que pugna por salir.
Y no puedo.
No puedo.
Necesito liberarlo, alivianar la presión que me está aplastando.
Y no puedo.
No puedo.
Si, hace tiempo, una vez, supe como hacerlo.
Y cancelé todas las deudas que arrastraba.
Luego, la nada, la ausencia, el vacío.
Desde esa noche no volvieron.
Y no es que no haya motivos.
Pero estoy seco.
Lo intento.
Pero no puedo.
Te juro que no puedo.
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