Luna del lobo.

Para que mis sueños se plasmen, en palabras te lo escribo. Tú que velas mis anhelos escondidos. Te espero en cada ciclo, hasta que vienes a verme. Tu belleza me deslumbra, tu magnetismo me encandila. Podría pasarme horas bajo el mar lleno de estrellas hasta que vuelvas a esconderte. Como un lobo yo te busco y te aullo todos mis secretos, que solo tú sabes. Eres mi brújula cuando me siento perdida, la barita mágica que por arte de magia, siempre consigue sacarme a flote. Me conectas a este mundo y hallo en ti todas las respuestas. Se me acaban las preguntas porque marcas mi camino. Siento que soy como las mareas, que fluyen al ritmo de todas tus facetas. Tu misterio es la leyenda a la que nunca quisiera encontrarle la lógica. La incertidumbre que me invade me tranquiliza cuando voy en tu busca. Siento que formo parte de algo más grande cuando siento tu grandeza. Eres la metáfora por la cual la oscuridad forma parte de nuestras vidas. Nada brillaría igual sin que todo se tornara oscuro. La noche no sería noche si tú le faltaras. El día es necesario pero tú eres imprescindible. Pues eres la guardiana de las entrañas de esta vida, la que escucha mil plegarias y a nadie se lo dice. Tú eres la testigo de las últimas lágrimas y sonrisas cuando el mundo dice buenas noches. Tan intocable e intangible pero a la vez tan real. Me hipnotizas y me atemorizas, no importan los años luz que de ti me separen. Me das calma y paz aún en los días te tormenta. Por ti entiendo que por muy pequeña que me sienta algunos días, siempre vendrán otros, en los que me sienta igual que tú de grande.