Destino, causalidad o casualidad.

La filosofía estudia la búsqueda de la felicidad a través del pensamiento racional e irracional del ser humano. La ciencia estudia la búsqueda de la felicidad a través de la investigación y de la tecnología por el bienestar social.

El destino tiene como propio destino la búsqueda del bienestar del ser humano, esta sería una definición válida, pero seguramente no sea correcta.

Algunos piensan que el destino es suerte, otros piensan que está escrito en las tablas que rigen el universo. La pregunta que nos hacemos es siempre la misma ¿Causalidad o casualidad?

La causalidad del destino, toda acción producida por el ser humano, tiene una consecuencia. Es decir, produce una consecuencia en la que muchas veces no es reversible, este paradigma lo podríamos aplicar al campo de la síntesis química donde normalmente las reacciones químicas solo disponen de un sentido (A+BC). Quiero decir que toda acción tiene su consecuencia (también podemos hacer referencia a la 3ª Ley de Newton Principio de Acción y Reacción).

Aunque no siempre es así, se podría decir que hay veces que las consecuencias de la decisión tomada no genera una consecuencia o causa irreversible. Si no todo lo contrario, una consecuencia reversible. Aplicando otro paradigma de las reacciones químicas reversibles donde existen las dos direcciones (A+B⇋C), realmente llamado equilibrio químico (variando determinadas variables podemos tomar una dirección de otra).

Esto último comentado anteriormente, aplicado al destino que conocemos, es muy difícil de poder expresar.

Casualidad, según muchos científicos, el origen del universo es por puro azar (casualidad). Todo empezó con el Bing-Bang, se dice que no había nada, otros dicen que había un punto colapsado de antimateria y este explotó.

Sea lo que sea “casualidad o causalidad”, como decía un filósofo de los antiguos “Solo sé que no sé nada” frase de Platón y si lo extrapolamos a nosotros “Solo sabemos que no sabemos nada”. Nos hacemos muchas conjeturas sobre el destino, ¿está escrito?, ¿lo escribimos nosotros con nuestras acciones?

Sí está escrito, da igual lo que hagamos siempre será lo mismo, si lo escribimos con nuestras acciones esto conlleva unas consecuencias (causalidad), de decisiones acertadas o catastróficas.

Según mi experiencia el destino es caprichoso e irónico. Soy de los que creo que las cosas pasan porque tienen que ocurrir, de todo fracaso y de todo acierto siempre hay un aprendizaje. Muchas veces insistimos en un tema y por mucho que lo intentemos, si es no es no.

Creo que nadie decide tener un cáncer, nadie decide sufrir un desamor, nadie decide perder a un hijo. La vida es un aprendizaje continuo, cuando estamos frente a frente con la adversidad, el ser humano saca fuerzas de su flaqueza. Este es el único destino que podemos forjar a fuego, estar preparados para la adversidad.

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