UN PEQUEÑO CIUDADANO ILUSTRE…

UN PEQUEÑO CIUDADANO ILUSTRE…

Ruben Ielmini

25/03/2018

Viejo, de mirada perdida, espalda encorvada, saco gris, pañuelo rojo al cuello, y un sombrero gastado por el tiempo, una bolsista marrón con tabaco, sus bolsillos, un deposito de monedas que le daban a la salida en misa de diez, su pipa curva, y una escarapela que lucia su solapa en las fechas patrias, dicen que llego con un circo a esta ciudad, y nunca mas se fue, su mundo la calle, su techo el sol, su manta las estrellas, nunca faltó un plato de comida, la generosidad de alguna vecina se hacia presente con un pan o un sobrante del almuerzo.

A la hora de la siesta,su cama era un banco de la plaza, su paisaje la Iglesia, haciendo como de costumbre, el aguante a Santa Florentina, su figura pequeñita, su andar lento, cantando bajito alguna copla salteña.

Jamas lo volví a ver, sus días de caminata terminaron en una silla de ruedas, en el geriátrico municipal, mirando desde el patio hacia las barrancas del río, y recordando alguna de las tantas historias que protagonizó.

Quien no lo conoció, fue tan solo un linyera, pero quienes lo vimos pasar por el barrio, por la plaza o sentado en la estación, fue, el viejo Daniel, personaje publico, y un pequeño «ciudadano ilustre» de la ciudad .

(Ilustración: Pintura de Emerico Inre Toth)

(Música: Verano Porteño de Astor Piazzola interprete Anibal Troilo)

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