La mañana cumple primavera en la brisa y sol en cada brote de hoja con sombra nueva que llega hasta paso de viento. Por cielo las nubes acomodan el refresco sombreado como a cuando la semilla suelta en el rastro ventoso hasta solucionar por tierra el lugar necesario más favorito.

Nadie escoge la manera de pensar, las ideas son repentinas y nunca decididas, ni tampoco llevan más tiempo que un lapso de instante que nadie espera como fuerza latido a interior de corazón. Los recuerdos llegan a igual manera que un pensamiento y a misma forma no hay intención que los produzca. El corazón provoca sentir la vida por el reflejo mismo del camino de la verdad.

Por todos casi nadie conoce que los sueños están rodeados en el silvestre encuentro natural.

La vida pasa página por letra que escribe una palabra repetida como viento que mueve la rama para completar mirada del panorama.

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