LA MUJER EN EL ESPEJO

LA MUJER EN EL ESPEJO

Pasajera #15

28/11/2023

La mujer en el espejo

Se dice que cuando se reciben donaciones de órganos estos tienen memoria, la memoria del donante, que conservan la esencia de quien fuese el dueño. ¿Verdad? O ¿Mentira?. Esta es la historia de una mujer que perdió la vista siendo adolescente debido a un distrofia de córnea en sus dos ojos. El único tratamiento era el trasplante de córnea.

Aquella hermosa mujer había vivido en las sobras desde los 15 años, en su memoria recordaba el color de las flores, el color de el cielo, las nubes, el sol, las estrellas más sin embargo aprendió a vivir en total  oscuridad. Era una mujer talentosa pues su mayor logro era ser una de las más destacadas pianistas. Su talento era tal que su condición visual no tuvo relevancia, podía ir por las calles con su bastón, su habilidad para distinguir los sonidos y la distancia de los mismos es propia de aquellos que a falta de visión agudizan sus demás sentidos. Era autónoma, vivía en un lujoso apartamento, donde se desplazaba con tal agilidad que parecía no ser ciega.

Más su deseo de volver a ver el mundo hizo que investigará la posibilidad de un trasplante de córnea. Tristemente sabía que para que esto ocurriera alguien más debía morir, ser compatible y lograr que su cuerpo no rechazara el órgano. Ella solo tenía una hermana, pues sus padres habían muerto en un accidente de tránsito.

Pronto daría un gran concierto, el cual ella sería la estrella de la noche. Su talento y la forma de tocar el piano deleitaba a aquellos amantes de la música clásica. Era asombrosamente majestuosa su forma de entonar las melodías que hacían incluso brotar lágrimas en sus espectadores.

Pronto recibió la gran noticia pues era apta para el trasplante, y el donante llegaría de otro país con todos los protocolos y cuidados requeridos para tal fin. Ella nerviosa ingreso al hospital dónde la esperaba el cirujano para preparar la delicada intervención , en compañía de su hermana con los nervios y la ansiedad a flor de piel, pensaba que pronto dejaría la oscuridad, volvería a ver la luz del día, las formas y los rostros de quienes la rodeaban. Vería su propio rostro reflejado en el espejo, vería aquellas teclas que tanto éxito le habían dado. Era un encuentro de sentimientos ya que a pesar de todo había aprendido a  amar la oscuridad.

Llegó el momento, la operación fue un éxito, con sus ojos vendados esperaba con ansiedad, miedo y nerviosismo el momento en que al retirar las vendas, lubricar sus ojos y empezar a abrirlos lentamente pudiera de nuevo ver. Era como encender un Switch de luz. Poco a poco fue adaptando la vista a la luz y empezó a ver siluetas, la siluetas de sus manos, la silueta de su doctor y aunque no podía enfocar bien la mirada empezó a ver los movimientos y pequeños destellos de luz. Pronto con ayuda terapéutica su visión iría mejorando, a medida que se fuera adaptando.

Pero extrañamente empezó a percibir extrañas formas, sombras que de la nada aparecían y desaparecían al instante, aquella mujer creía que era algo normal y que sólo sería cuestión de días para que la vista empezara a aclararse. El apoyo de su hermana fue indispensable, pero el torbellino de emociones y de sonidos la abrumaban, ya que por su falta de visión el oido se agudizó, era encontrarse en medio de sonidos, formas, luces que de cierta forma la atormentaban. No sólo debería entrenar sus nuevos ojos sino también su cerebro.

Sentía curiosidad por verse en el espejo, quería saber qué cambios había tenido con el pasar de los años desde que perdió la vista por completo. Pero…aquel reflejo un tanto borroso la asustó, pues la chica que veía no era ella. Se tapaba los ojos como esperando que fuera una alucinación o que fuese algo pasajero pues ella recordaba como era su fisionomía. Incrédula y con miedo de nuevo se miraba y aquella extraña mujer que veía no era ella. De igual forma empezó a ver qué las paredes de su cuarto cambiaban como si entrara a otra dimensión, los objetos que veía no eran los suyos pues aquel lugar que veía parecía de una cultura diferente; asustada pensando que se estaba volviendo loca contacto a un especialista a quien le narró lo que le estaba ocurriendo. Este, incrédulo pensaba que era producto del estrés pos traumático y no daba crédito a lo que aquella exitosa pianista le decía.

Las visiones se fueron tornando aún más fuertes y con más claridad veía lugares extraños, comenzó a ver escenas como sacadas de una película de terror y ella en medio de su desesperación empezó a investigar quién había sido su donante. Algo que está prohibido, y está protegido por las leyes. Pero fue tal su insistencia que logro que el psiquiatra que la atendía diera el nombre de su donante. Efectivamente era una mujer, que se había quitado la vida. Era de un país fronterizo descendiente de una comunidad creyente, y de arraigos religiosos muy marcados. Aquella mujer había decidido quitarse la vida al ser acechada por una entidad que le hacía ver acontecimientos futuros, tragedias el cual ella no podía evitar. Así que tomo la decisión influenciada por aquella entidad maligna a que se ahorcara en el sótano de su humilde vivienda.

El psiquiatra acompañó a su paciente a aquel poblado, al llegar era un lugar casi que desértico, muy alejado de la civilización, al llegar vieron como en las paredes de la vivienda habían grafitiado las palabras «fuera bruja” » fuera demonio”.

Tocaron a la puerta y apareció una mujer de estatura mediana, morena, cabello negro y con la mitad de su rostro quemado. Amablemente los saludo pero al ver a la hermosa chica cayó de rodillas pues reconoció aquellos ojos, efectivamente eran los de su amada hija el cual se había suicidado meses atrás. En ingresar a la humilde morada la prestigiosa pianista se sintió extrañamente en casa. Reconocía cada objeto al detalle, una parte de su ser había vivido allí y sus ojos reconocían cada espacio, miraba con amor a aquella mujer quien fuese la madre de la chica quien había muerto y que ahora desde otro plano la veía a través de la pianista. Aparecieron nuevas visiones, veía fuego, veía como en una carretera personas desesperadas corrían. Veía el kilómetro 51 y el 213. No comprendía nada. Contacto al espíritu de su donante, y vio a través de sus ojos todo lo ocurrido aquella tarde en que ella tomo la decisión de acabar con su vida. Aquella sombra o entidad maligna era la misma que había visto recién había abierto sus ojos.

Aquella fuerza demoníaca había obligado a aquella mujer a ahorcarse y comprendió así que sus ojos tenían vida propia y que sus visiones ahora ella las estaba experimentando. Seria ahora su turno de descubrir el mensaje que desde el más allá su joven donante le quería transmitir.

De regreso, el tráfico estaba complicado, había cierre de vía debido a un accidente más adelante. Autos grandes y pequeños, casas rodantes y un carrotanque que transportaba combustible se encontraba en la vía. El psiquiatra y la joven interprete se bajaron del coche para inspeccionar que ocurría. Y…vio kilómetro 51 de inmediato la visión que había tenido cobró sentido. Y como desquiciada intento prevenir a todos los que allí se encontraban que salieran de sus autos, la veían como  demente, al llegar cerca al camión que transportaba el líquido inflamable vio impreso el 213. Su desesperación creció y al dar un anuncio de bomba la gente salió de sus autos y corrían en busca de refugio. Entre tanto un auto que iba a gran velocidad huyendo  de la policía choca contra aquel que llevaba el combustible provocando un incendio, grandes llamaradas azotan aquel paraje,  en una casa rodante había una pequeña niña el cual había quedado atrapada, el tiempo para evacuar se acortaba y cuando por fin logra abrir la puerta para rescatar a la pequeña explota el carrotanque provocando que los vidrios de las ventanas de los autos cercanos estallaran. De esta manera esquirlas de vidrios impactan en los ojos de la valiente artista provocando daños irreparables. De esta forma aquella exitosa mujer de nuevo cae en las sombras. Sus ojos ya no verían más y así aquella donante quiso que a través de sus ojos viera y salvará la vida de cientos de personas. Las melodía de aquella pianista de nuevo ciega sería ovacionada en medio de aplausos. De esta manera entendió que aunque sean órganos donados pueden transmitir algo de su dueño y del posterior poseedor. ¿Son pequeños fractales de un ser que contienen memoria y pueden ser transmitidos al receptor? Todo queda a juicio del lector.

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