EL CORAZON DE UNA MADRE

EL CORAZON DE UNA MADRE

Pasajera #15

23/11/2023

Es mi corazón como un océano, atractivo en la superficie, a veces es turbulento y causa sin compasión los peores tsunamis.Es un profundo mar, lleno de esqueleticos navíos que intentaron navegar a contra vela y fueron arrastrados a lo profundo del olvido..

Es el sepulcro de amores fallidos, es de igual manera el pirata que ha robado los mejores botines ocultos entre cuevas subterráneas.

Es mi corazón el museo de grandes obras, esculpidas con engaños, pintados con lágrimas, y exhibidos como trofeos. Pero…es también la pila que contiene mis lágrimas. Aquellas lágrimas que no han dejado de brotar desde que tuve en mi vientre la prolongación de mi existir.

A lo largo de mi vida ha sido mi corazón el cofre donde guardo mis perlas más preciadas, perlas que me fueron dadas por mandato Divino. Y de quien me siento orgullosa. 4 hermosas perlas guardo en mi corazón y junto a ellas también resguardo sus penas, sus tristezas, sus alegrías, sus logros y sus derrotas.

Cada lágrima que brota como ríos va a desembocar al inmenso mar de mi corazón. Cuando llega la noche y en aparente calma llegan a mi los recuerdos, algunos hacen subir la marea, inmensas olas de remordimientos golpean las costas inundando y atrasando todo a su paso.

Y es que como no sentir el dolor de un hijo, como no llorar por sus caidas donde lo único que puedo hacer es brindarle mis brazos, secar sus lágrimas mirarlo a los ojos y decirle TODO ESTARÁ BIEN. Cada hijo es un pequeño río y como surcos llegan a nuestro corazón.

Mi corazón calla las noches de desvelo en pasillos frios, deseando que los dolores de aquellas pequeñas criaturas  pasen a mi y así aliviar su sufrimiento. Calla la impotencia al no poder encontrar la cura instantánea a los males que de niños los aqueja.

Mi corazón calla la ingratitud y la severidad con la que un hijo hiere, sus palabras son dardos y aún así encontramos el antídoto al veneno inyectado y es EL AMOR .

Mi corazón guarda cada beso, cada TE AMO MAMÁ y así no digan nada, en silencio y cuando ellos yasen cómodos, entregados a los más imaginarios sueños mis labios de forma sutil besa sus frentes mientras lanzo una súplica que nunca se vayan.

Mi corazón no es más que un océano, donde en lo profundo se encuentran los sueños no alcanzados, los fracasos, las derrotas, las noches de insomnio, el dolor de su primer amor;son el caudal de aguas saladas derramadas en silencio.

Mi corazón calla la soberbia con la que rechazan en ocasiones mi compañía sólo porque ya están cruzando su destino con amores fugaces.

Mi corazón es un altar donde cada día dejo a los pies del creador los anhelos y los proyectos aún en borrador  de cada uno de mis hijos. Mi corazón se une en comunión y ofrenda su vida para que nunca les falte la protección y el amparo del cielo. Suplico al ser supremo que los angeles celestiales siempre estén presentes en la vida de cada uno de mis retoños, para que laboren su camino sin que eso signifique que no encuentren piedras donde ellos decidirán si descansan sobre ellas o por el contrario las harán a un lado y seguirán su camino 

En mi corazón guardo cada paso, cada palabra, cada gesto, y veo en ellos la perfección del Dios que con bendición sembró en mi vientre. Ahora ellos son las flechas lanzadas desde el arco de mis entrañas, son las flechas rectas que no se doblan con el viento, son las flechas que llevarán en su remera la difícil tarea de esquivar los obstáculos, su astil será la fuerza y los consejos recibidos y la punta los objetivos por ellos trazados.

El océano de mi corazón sólo es el albergue de náufragos perdidos en busca de amor.

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