Y tras llegar a Santiago

reflexiona el peregrino

rebuscando en las palabras

una fórmula perfecta

para cuando le pregunten

cada cual a su manera

pueda explicar a cualquiera

qué se vive en el camino.

Lo primero son las ganas

de vivir esta experiencia

que ceden paso a los nervios

cuando el gran día se acerca.

Tras pasar por la farmacia

y casi agotar existencias

preparas el bastón y las botas

y te cuelgas la mochila

con la ilusión por bandera

y una vieira como insignia.

Antes de empezar siquiera

ya hice mi primer amigo

Vicente, de Cartagena

servicial, buena persona

perspicaz y positivo

me reí tanto contigo

qué como dice Sabina

“nos sobran los motivos”.

Después encontré a Valentina

valiente como su apellido

italiana con carácter

paso firme y decidido

y caminando con ella

conocí a mi amigo Albino.

El abuelo lo llamamos

pues aunque parezca un guaje

79 años tiene el tío

Y entre hariguays y vinos

es la envidia del camino.

Más adelante en encontré

una rubia y una morena

y entre risas y accidentes

la etapa se hizo amena

se llaman Nieves y Lorena

Y nosotros las llamamos

Las amigas de Villena.

Hice un alto en el camino

y de nuevo con Vicente

conocí otro peregrino

y otro amigo para siempre

Teo, gallego de Vigo

no te imaginas siquiera

lo que disfruté contigo

charlando sobre la vida

los proyectos o el pasado

conversando en portugués

disfrutamos del paisaje

y al llegar a Santiago

me diste tan grande abrazo

qué levantaste mis pies

cómo cuando abraza un padre.

Fue tras la primera etapa

cenando con el gran Albino

que nos hicimos amigos

de otro formidable trío.

Olga, de Almería

que desde el segundo día

la mataban las ampollas

pero llegó hasta el final

porque tiene voluntad

y aguante como ella sola.

Juan, el cántabro

quizás el más reservado

por eso siempre buscaba

la alegría y desparpajo

de la amiga Sevillana,

Esmeralda la coqueta

que aunque sea peregrina

ella se pinta y se viste

de vaquero y de chaqueta.

En el camino encontré

a otra gran amiga mía

que derrocha una alegría

y unas ganas de vivir

que no puedo describir,

pero siempre que te vea

habrá un abrazo para tí

estoy hablando, por supuesto

de Carmen, la de Madrid

que combina la vieira

con el martillo y la hoz

y recuperé la voz

Gracias a sus caramelillos.

Me impactó la historia

de mi amiga Elena

pues siendo ella una joya

no sé creía gran cosa

así que como no puedo

callarme lo que pienso

intenté con mis palabras

qué se vea como yo la veo,

te aseguro compañera

qué me hizo muy feliz

verte con tu compostela.

Casi a mitad del camino

encontré a mi amiga Sagrario

en cuyas manos cayó

por obra y gracia del destino

un libro sobre el camino

y en homenaje a un amor

que en su día ella sintiera

sacó su lado aventurera

y le alegró el corazón

a todo el que conociera.

Caminando con Sagrario

iba su hija Alejandra

camiseta de “la polla record”

carita dulce y botas punkarras

Inteligente, misteriosa y

“no person” por la mañana

compartimos tantas cosas

qué no alcanza con palabras

habrá que ver a Evaristo

antes de que estire la pata.

Con estos versos me despido

no es un adiós,

sino un hasta mañana

con vosotros tengo ganas

de empezar otro camino.

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