La soledad del bienintencionado

¿Cuánto vale ser moralmente correcto?

Ser la persona que los demás desearían tener en sus vidas.

Por algún motivo, aún siendo esa clase de persona, empática, cariñosa, respetuosa, tolerante, graciosa, pacifico, tierno, bondadoso, bienintencionado y una buena persona eligen otro tipo de personas con las que rodearse, personas que no le aportan esas cualidades a sus vidas, personas que probablemente las dañen y no les importe su bienestar.

Dicen estar dañados o dañadas por personas así y aún así insisten en relacionarse con ellas en lugar de ese alguien que les haría muy bien.

Quizá lo hacen por miedo a que no salga bien, miedo al fracaso.

Quizá lo hacen por pensar o sentir que no merecen personas tan buenas en sus vidas.

Quizá lo hacen porque aún no son lo suficientemente concientes para valorar la importancia de las personas que entran a su vida.

Quizá ya no queda nadie que se atreva y se arriesgue a comprobar que no todo el mundo es una basura y aún quedan personas buenas.

En caso de estar equivocado y a nadie le interese estar acompañados por buenas personas, entonces, ¿de qué sirve serlo?

Al final, ¿lo vale? ¿Vale la pena la soledad a sabiendas de que es por ser buena persona? ¿Es la soledad el precio de ser buena persona? ¿O debería ser un consuelo saber que, aunque estés solo, sos una buena persona?

Es injusto. Es injusto no poder compartir el tiempo y la vida con alguien con los mismos valores. Es injusto que las peores personas tengan el inmerecido privilegio de estar rodeadas de gente buena en sus vidas y aún así ni las valoren.

Ya nadie da una chance de ver si sos diferente al resto por estar cansados de las decepciones, supongo.

Aún así yo no me voy a rendir, tengo claro lo que quiero y voy a hacer.

Seguiré buscando y esperando una persona con quien compartir mi vida y la suya conmigo.

En caso de nunca hallarla de todos modos seguiré siendo buena persona. No solo por la esperanza de que un día esa persona especial le ponga fin a mi soledad, sino también para estar bien conmigo mismo sabiendo que fui buena persona y aporte algo positivo a los que me rodearon y que nadie pueda decir que todos en el mundo son iguales, no mientras viva yo.