Un monton de atardeceres

Yo creo que somos bastante parecidos a la luna cuando está eclipsando.

En un momento solo vemos esa oscuridad, y sentimos que esta nos va consumiendo, el miedo nos domina.

Pero esa oscuridad desaparece, y volvemos a ver la luz, esa que aclara dudas.

Esta misma luz se vuelve propia.

No le tengas miedo a la oscuridad, cuando la luz siempre vuelve.

Cada final trae consigo otro comienzo.

Pensalo así, asusta menos.

Etiquetas: poesía

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS