COMO SI FUESE ÉL PARAI ( Capitulo I)

COMO SI FUESE ÉL PARAI ( Capitulo I)

Violeta Sivira

06/06/2023

Capítulo I

Soy la chica normal, con una vida normal, con una vida normal, y muchísimos problemas normales según tengo entendido, porque es todo lo que me responden cuando digo me sucede esto, o aquello. Te pasa todo lo que le pasa a la gente normal. Así que me autodefino como una chica normal en un pueblo normal, con padres y hermanos normales y con amigos normales.

Mi nombre Samara, tengo 14 años, y una agenda tan apretada como la de cualquier estrella famosa de Hollywood, vivo con mis padres Albert y Cecile y mis tres hermanos Cesare es el mayor, tiene 17 años, acaba de terminar el bachillerato y pronto se ira a estudiar a Canadá por una beca que se ganó, por sus calificaciones, Josuah, tiene 13 años, y es un chico muy tremendo, siempre hay que tener cuidado con él porque nadie , absolutamente nadie se salva de sus travesuras y Albert es el más pequeño tiene 10 años y es el cómplice de todas las travesura de Josuah, algunas veces he llegado a pensar que él, es la mente maestra, detrás de todo. Amo a mi familia, creo que de todas las cosas, por las que puedo considerarme afortunada, la más importante de todas, es haber nacido en el seno de esta familia. No es perfecta, no es quizás la familia común, pero aquí se desborda amor, buena vibra y ganas enormes de que todos tengamos herramientas para poder enfrentar el futuro.

Mi mamá es una profesora egresada de la Universidad Central de Venezuela, para los que vivimos en este país, esta Universidad seria como el Harwad latinoamericano, su título es el de Educación con especialidad en historia y Ciencias sociales, y para mi suerte también da clases en mi Colegio. Mi papá también es egresado de esa misma Universidad, pero en la rama de Ingeniería Agrónoma. Ambos poseen una Granja y gracias a Dios y al trabajo no les ha ido nada mal.

Aparte de mi familia, Dios también me ha bendecido con mis amigos no son muchos y quizás no son los más favorecidos, pero si son los más generosos, honestos y fieles. Sus nombres son; Fernando, Franco, Miriam y Marybeth, hemos prácticamente crecido juntos, somos tan unidos, que a veces nos sorprendemos prediciéndonos, pero las pruebas y los cambios nunca faltan en la carrera de la amistad, y el viento del verano, viene cargado de muchos cambios y parte de esta amistad será puesta a prueba.

Olvide mencionar que soy Venezolana, mi país es el mejor país del mundo, y la vida me llevara a probar esta teoría, cuando digo que es el mejor país del mundo no hablo de todas las riquezas con las que Dios nos ha bendecido, también hablo de la calidez que nos distinguen como ciudadanos del mundo, una vez que has conocido a un venezolano, entenderás que el mundo no hay dos iguales, y que nadie es tan amable, cariñoso y cálido como nosotros.

Volviendo al punto de mis amigos, somos parte del equipo de Voleibol y también nos identifican en el Liceo como los cerebritos y come libros, a veces las personas, no pueden asimilar que existen personas que no solo pueden esforzarse en enriquecer su conocimiento sino que también cuidan y nutren su cuerpo, sin caer en el extremismo del narcisismo o de la metro sexualidad. Es solo que simplemente nos gusta disfrutar del conocimiento y del deporte. Formamos parte del grupo de los alumnos más destacados de la institución. Y también del grupo que se mete en más problemas, pero ya más adelante poco a poco les iré contando. Por ahora, ya hemos sido promocionados al tercer año, estamos de vacaciones escolares, y tratamos de cruzar nuestras agendas para poder pasar tiempo, juntos. Cuando estamos en la escuela, somos indivisibles, pero en las vacaciones nuestras propias vidas nos restan tiempo, pero siempre hacemos espacios, para pasar días juntos y seguir agregando anécdotas a nuestra historia.

Y hoy es uno de esos días así que debo simplemente adelantar cosas de mi agenda para poder descongestionar el tiempo y poder juntarme con mis amigos sin preocuparme por el quehacer, así que este día comienza bien temprano, me levanto a las 4 de la mañana, apenas escucho el ruido de las ollas y trastes en la cocina, y el aroma del café invade mi cuarto, yo doy un mortal hasta el baño, paso directo a la ducha necesito desperezarme con el agua, lavo mi cabello, mi cara, salgo de la ducha directo al lavabo y lavo también mis dientes, me seco un poco con la toalla y trato de también escurrir mi cabello con una toalla. Voy al closet y busco que ponerme, miro minuciosamente debe ser algo casual, muy casual y ligero que me permita poder hacer mi trabajo sin dificultad y también verme bien. Después de tanto mirar me decido por una franela y una falda de voleos, mi trabajo hoy es ir al pueblo hacer las compras de la granja, así que si, puedo permitirme la falda, todo lo combino con unas botas y pues mi espejo me dice que se ve muy bien. Busco un secador y trato de que el aire caliente, seque un poco más mi cabello. Mi cabello es castaño claro, lo llevo hasta la cintura, y es liso con cuerpo, pero a veces como hoy, da un poco de lata.

Vuelvo a peinarlo y decido que mejor se seque solo, tomo una liga para el pelo y la coloco en mi muñeca. Bajo rápidamente a la cocina, allí está mi madre correteando de un lado a otro, antes de ponerme, en vuelo como ella voy directo a la cafetera y me sirvo una taza de café, negro sin azúcar así me gusta. Mi mamá se da la vuelta y pregunta:-. ¿No, iras a correr hoy? ¿Qué extraño?-. Yo la mire y sonreí diciendo:-. Má, me quede dormida, si voy, no poder salir a tiempo para ir con mis amigos después de hacer las compras, para restitución del inventario-. Mi mama, sin detenerse en su quehacer, agrega:-. Ya decía yo, que estabas muy arreglada, como para solo ir de compras, esa falda te queda muy linda, ponte el delantal y ven ya ayudarme de una vez-. Así lo hice, sin preguntar, mi mamá estaba haciendo las arepas*, así que fui directo al refrigerador, y saque unos pequeños contenedores, para rellenar las arepas, con su contenido. También saqué las mermeladas y las coloque en la mesa, fui a la despensa y saque y corten pan, puse a tostar un poco, mientras me dispuse a colocar en la mesa, los platos, los cubiertos, vasos y tazas para el café.

El pan tostado está listo, lo dispongo en una canasta y lo coloco en la mesa, también coloco un poco de pan sin tostar en otra canasta, vuelvo a la heladera y saco la miel, la mantequilla, la mantequilla de maní, la crema de leche y un poco de queso crema, regreso al lugar donde puse los contenedores y los meto en el microondas, para que su contenido se calentara un poco. Ahora voy a extraer un poco de zumo de naranja y mientras coloco las naranjas en el exprimidor, suena el timbre del micro, espero a que el jugo esté listo, lo sirvo en una jarra y con ella voy al dispensador de hielo a colocarle un poco, para que se enfríe. Lo coloco en la mesa. Vuelvo nuevamente a la nevera y saco fruta, la corto y la coloco en una fuente, con una enorme cuchara. Mamá, fue al microondas y saco los contenedores, dispuso las arepas en un enorme plato, y yo me acerque a ayudarla a rellenar, me da con su codo me modo cariñoso y dice:-. ¿Crees que deberíamos poner un poco de queso en la mesa?-. Yo miro hacia la mesa y recuerdo el gusto peculiar de mi hermano menor, y respondí:-. Si voy a sacar un poco de mozzarella, y de queso amarillo-. Y así lo hice, fui a la heladera, y saque los contenedores con el queso. Los puse en la mesa y me dispuso a ayudar a mi mami. En un segundo ya todo estaba listo, y fue casi que a tiempo, terminando yo de colocar las fuentes de las arepas, y mi papa, mis hermanos y los dos médicos veterinarios que ayudan a mi papá, estaban entrando ya al lugar, y sentándose a desayunar, recordé que no había colocado nada de leche y cereal así que corrí a la nevera y saque el dispensador de leche, y ya mi mamá traía las cajas de cereal, me hizo señas de que me sentara a la mesa y así lo hice. Volví a servirme café y mi hermano mayor, me quita la taza y me sirve un vaso de leche, le saco la lengua, pero ni modo, lo tomo y me sirvo algo de fruta y comida.

Es agradable desayunar en familia, uno se pone al día de todas las minutas de lo ocurrido en los lugares en donde no puedes estar, por las diversas obligaciones, y también escuchas los chistes y travesuras de Albert y Josuah. Son imparables nadie se les escapa.

Es agradable estar en esta compañía, y estos últimos días he tratado de no perderme ninguna reunión o actividad familiar, pues en poco días mi hermano Cesare, se ira a Canadá a pelear por sus sueño, el solo pensar en eso mi corazón, se entristece, pero, es egoísta querer que se quede aquí, cuando su corazón y sus esperanzas están por allá, es el momento de que el mismo emprenda su aventura, así nos dice papá, contantemente:-. Disfrútense, no se peleen, son hermanos, y lo único que los mantendrá unidos, es la relación que fomenten ahora, muy pronto poco a poco cada uno ira volando del nido, y en cualquier lugar del mundo en donde estén, ese lazo, es el que los mantendrá unidos para siempre-.

Así que esa, era una de las tantas normas de vida con las que mi papá nos aleccionaba.

Los comensales terminaron rápido y poco a poco se fueron retirando de la mesa, nuevamente volvimos a quedar solas mi mamá y yo, ella se sentó a terminar su desayuno y mientras, yo me dispuse a recoger todos y cada uno de los trastes, los fregué, los seque y dispuse todos y cada uno en el lugar en donde se guardaban. Pasé un paño limpio por las hornillas de la cocina, para limpiar cualquier residuo de comida, lo mismo hice por los mesones, y la mesa, y también por el fregadero.

Busque el cepillo de barrer, y barrí todo el lugar, con la ayuda de una pala, recogí la basura del piso, busque el contenedor y saque las bolsas de basura, coloque bolsas nuevas y me dispuse a coletear el piso. Lo hice con cloro y jabón, y después de dos coletazos más, con solo agua, pase uno con un poco de desinfectante. Y me senté a tomarme otro poco de café, charle un rato más con mi mamá. Vi la hora y volví a mi cuarto, me lave los dientes, peine mi cabello, me coloque un poco más de maquillaje, un poco más de perfume y volví a la cocina, allí estaba mi mama, con una libreta de apuntes con todas las listas de lo que tenía que comprar. Mamá, me hizo señas de que me sentara junto a ella, y colocándose sus lentes empezó con la lista de sus recomendaciones:-. Si no entiendes algo de la lista llámame, escríbeme, llama apenas estés en el pueblo, pon las trabas a las puertas y al volante de la camioneta, mete en tu bolso, las tarjetas y las identificaciones. Trata de no discutir con nadie, menos con extraños, compra los vegetales y congelados después de que ya hayas hecho las demás compras, revisa que hayas metido las neveras portátiles. Y recuerda que te quiero mucho-. Yo me sonreí y la abrace diciendo:-. ¡¡¡Mama, voy aquí cerca!!! Tampoco es que me voy a la China, en unas horas estoy de vuelta, y no te preocupes, te escribiré a cada momento-. Tome las llaves del vehículo, y nuevamente di un beso a mi madre, después tome la libreta con la lista de las cosas y mi bandolera donde metí, mi celular, el cargador y las tarjetas para las compras.

Me metí en el vehículo lo encendí, espere un rato, prendí la radio y deje que el automático buscara una estación de radio en particular, en las bocinas comenzó a sonar My love de West Life, verifique los espejos del carro y con la melodía de:-.

So, I say a little prayer

And hope my dreams will take me there

Where the skies are blue

To see you once again, my love

Overseas, from coast to coast

To find a place I love the most

Where the fields are green

To see you once again

My love

I try to read, I go to work

I’m laughing with my friends

But I can’t stop to keep myself from thinking, oh no

I wonder how, I wonder why

I wonder where they are

The days we had, the songs we sang together, oh, yeah.

Di marcha al vehículo, rumbo al pueblo. Como había prometido mande un texto a mi mamá, apenas los cuatro cauchos cruzaron la entrada del pueblo:

Mami, ya estoy en el pueblo, voy directo a la ferretería. Bendición Te amo.

Dios te bendiga, gracias a Dios, todo bien. Cualquier cosa, llámame. Te amo más

No tarde mucho en llegar, y sin mirar el reloj la mitad de mis comprar para la reposición de inventario ya estaban listas. Solo me faltaba comprar lo del Supermercado. Vi mi reloj y vi que era buen la hora, para darme un respiro, así que decidí, entrar en el restaurante de una de mis mejores amigas. Al entrar los chicos que trabajan allí me saludaron cordialmente. Fui a la barra y pedí un enorme vaso de frapuchino, mientras el chico preparaba mi pedido me dirigí a la caja para pagar, y aprovechar y saludar a mi amiga quien como todas las vacaciones trabajaba allí para ayudar a sus padres. Marybeth sonriendo tomo mi tarjeta y sin ni siquiera preguntar mis datos (obviamente las sabía) canceló mi pedido diciendo:-. Muchas Gracias por elegirnos-. Yo sonreí con un de nada. Y fui a reclamar en la barra mi bebida, le hice señas de que iba a sentarme al lugar de siempre, y allí la esperaría unos minutos para charlar solo un rato y seguir con mis actividades. Escuche que la campanilla de la entrada sonar, volví mi mirada y vi que entraban cuatro muchachos al establecimiento, mire un rato a ver si alguno me era familiar y al ver que no retorné a mis asuntos. Busque mi celular, y vi un mensaje de mi padre decidí abrirlo:

Mi corazón hermoso, ¿dónde andas? ¿Que no te has reportado?

Pá, Bendición, estoy haciendo las compras, ahorita te iba a escribir.

Dios te bendiga mi ángel. Mira que descarada eres. Le escribiste a tu Madre y a mí ni un saludo. ¿Te falta mucho?

¡¡¡Pá!!!!, No. no me falta mucho, solo me faltan lo del súper, pero ahorita me estoy tomando un café. ¿Dime que necesitas Papi?

¿Estas donde los Santiago? Amor, puedes hacer un pedido para el almuerzo, es que tengo una reunión con unos inversionistas y se nos complicó y yo no prepare nada.

¿Dime, que necesitas papá? ¿Te lo voy a llevar

Pídeme seis almuerzos a la carta, tú decide, que se vea sabroso, aunque allí todo es excelente. También pide 24 bebidas sabores surtidos, seis porciones de postre. 6 vasos de café expreso. Y 5 energizantes. Y no cariño, no es necesario que lo traigas, por favor pide que me lo traigan a la empresa. Y avísame.

Listo, papi copiado voy hacer el encargo. Te estoy avisando.

Ok, estoy atento

Me dirigí nuevamente a la barra, tome uno de los menús que allí estaban e hice el pedido. El chico que tomaba mi pedido bromeo diciendo:-. Niña, ¿has amanecido con hambre?-. Yo sonreí respondiendo:-. Oh, sí y sin intención de compartir-. Ambos sonreímos, el chico, fue a la cocina a entregar las instrucciones, y regreso trayéndome, la factura para hacer el pago. Fui de nuevo a la caja donde estaba mi amiga. Me acerco a su taquilla y noto que la chica está muy sonriente. Le tiendo la cuenta y tomándola me dice:-. Iba para tu mesa, ¿viste al grupo de guapotes que entraron al negocio?-. Yo la mire con cada de pocker:-. Honestamente no vi a ningún guapote, vi al grupo que entró pero no más-. Ella tornando los ojos, mira la cuenta y comienza a facturar, tiende la mano para tomar mi tarjeta y hacer el pago, quito mi mirada del celular y le pregunto: -. Mary, más o menos cuanto tiempo, estimas tú que este esto listo, por favor suma la entrega, y que por favor lo lleven al trabajo de mi papá-. Ella, anoto todo y dijo:-. Espera un momento-. Y salió rauda y veloz hacia la cocina. Yo me quede parada en frente de la taquilla, mandándole un texto a mi papá:

Papá el pedido ya está hecho una vez que, esté listo, te aviso para que estés pendiente.

Gracias amor, estoy atento.

Me quede mirando el teléfono por un rato en realidad, sin ver nada, solo esperaba a que Marybeth regresara y me dijera el tiempo de espera y de repente suena una canción que honestamente a mí me encanta desde que era una niña, mis pies empezaron a marcar la melodía de la canción y note que Miriam, otra de mis mejores amigas, estaba entrando al recinto. Me acerco a ella casi que bailando y ella comienza hacer lo mismo, Dios como me conoce, nos tomamos de las manos y comenzamos a cantar a todo pulmón:-.

Perdona si hago de cuenta que no te he perdido

Me duele aceptar que ya no estás conmigo

Y no puedo dejar de pensar solo en ti

No sé si algún día sabrás que te llevo conmigo

La vida no tiene razón ni sentido

Y me puedo morir si no estás junto a mí

Tengo tanta sed de ti (tengo tanta sed)

Que me cuesta respirar (tanta sed de ti)

O será que en mi delirio

Te amo más y más

Están lloviendo estrellas

En nuestra habitación

Mojan de llanto (mojan de llanto)

Mi corazón

Están lloviendo estrellas

Alrededor de mí

Y me preguntan (y me preguntan)

Qué fue de ti (qué fue de ti)

Qué fue (qué fue) de ti

Parecíamos para de locas saltando, bailando y cantando, mire hacia un lado y vi, qué Marybeth, ya había vuelto a la casilla de pago y que está sonriendo y con una mano indicaba que la avergonzábamos.

Quisiera llevarte muy dentro y llegado el momento

Entrar en el fondo de tus sentimientos

Y ver si te pasa lo mismo que a mí

Si acaso al estar junto a él le dijeras mi nombre

Y estando en sus brazos, mis besos escondes

Recuerdas las noches de amor que te di

Tengo tanta sed de ti (tengo tanta sed)

Que me cuesta respirar (tanta sed de ti)

O será que en mi delirio

Te amo más y más

Están lloviendo estrellas

En nuestra habitación

Mojan de llanto (mojan de llanto)

Mi corazón

Están lloviendo estrellas

Alrededor de mí

Y me preguntan (y me preguntan)

Dos de los chicos que trabajan en el lugar de comida rápida nos hicieron de pareja y se reían igual de estridente que nosotras.

Qué fue de ti (qué fue de ti)

Y están lloviendo estrellas

En nuestra habitación

Mojan de llanto (mojan de llanto)

Mi corazón

Están lloviendo estrellas

Alrededor de mí

Y me preguntan (y me preguntan)

Qué fue de ti (qué fue de ti)

Qué fue (qué fue) de ti

Qué fue de ti

Están lloviendo estrellas

En nuestra habitación

Mojan de llanto

Están lloviendo estrellas

Alrededor de mí

Y me preguntan

Qué fue de ti

Están lloviendo estrellas

En nuestra habitación

Mojan de llanto

Están lloviendo estrellas

Cuando terminamos de hacer el ridículo, Miriam y yo nos comenzamos a inclinar al igual que los actores de una obra de teatro creyendo que solamente estábamos nosotros y los chicos que allí trabajan. Pero no. Nuestra sorpresa fue que en una de las alas de las mesas, estaban un grupo de chicos muy divertidos que nos aplaudían. Yo me quería morir, pero ni modo ya el oso se había armado, y había que asumirlo.

Así que también me incline hacia donde ellos estaban y di las gracias cual diva de teatro,

Marybeth salió de la casilla y tomándome del brazo me llevo de nuevo al frente de su cubículo diciendo:-.En Verdad te gusta esa canción, eh. Mira que ridículo tan grande has hecho y lo otra que te sigue en todo-. Nosotras nos reímos fuerte y ella también mientras me decía:-. Mientras vosotras hacían el ridículo ahí de lo lindo, el motorizado salió con la comida hacia la oficina de tu padre-. Yo me sobre salte y busque el móvil y pase un mensaje de voz:

Papá, ya Martin salió para allá con el pedido te amo. Está pendiente

Listo preciosa, ya está llegando. Gracias me has salvado el día.

I love you Daddy

Levante la mirada del teléfono y vi que un chico que jamás había visto en el pueblo, y por cierto sumamente guapo, era altísimo y estaba parado cerca de mí con la cuenta en la mano, me sonrió y pidió permiso para pasar. Yo me avergoncé aún más, porque sentí que mis mejillas iban a estallar de lo caliente y rojas que de seguro se pusieron. No sé porque razón, me dio por ver la hora y note que ya había pasado la hora del almuerzo, así, que solo grite:-. Mary, nos vemos luego, ok. Todavía me faltan cosas por hace, si no puedo regresar te paso un texto, o te llamo-. Y corriendo fui a la mesa donde había dejado mis cosas, rápidamente metí mi celular en el bolso, revise mis bolsillos buscando las tarjetas, y también las coloque en el porta-tarjetas que nuevamente guarde en el bolso, cheque todo el lugar nuevamente, colgué mi bolso por sobre mi cabeza, y tomando mi vaso de Frapuchino, me apresure a salir y allí lo vi, no sé porque razón yo sentí, que todo de repente se había puesto lento. Su mirada y la mía se cruzaron por breves momentos, ¿qué pasó? No lo sé, el mismo se sorprendió.

Yo volví mi mirada hacia el lugar donde iba y sin detenerme corrí al coche. Una vez allí ni me atreví a pensar, encendí el motor de la camioneta y coloque la radio y que la música invadiera mis sentidos y para mi sorpresa era la misma canción con la que había salido en la mañana, My Love de West Life y dije para mí:-. Vaya esto si qué esta raro-. Subí el volumen y encendí el aire acondicionado mientras esperaba que el motor del vehículo se calentara un poco para terminar mis compras, y escuche:

An empty street, an empty house

A hole inside my heart

I’m all alone, the rooms are getting smaller

I wonder how, I wonder why

I wonder where they are

The days we had, the songs we sang together

Oh, yeah

And oh, my love

I’m holding on forever

reaching for the love that seems so far

So, I say a little prayer

And hope my dreams will take me there

Where the skies are blue

To see you once again, my love

Overseas, from coast to coast

To find a place I love the most

Where the fields are green

To see you once again

My love

Puse el vehículo en marcha vía al supermercado, mientras pensaba:-. ¿Que se sentirá ser bonita?-. Este pensamiento de ipso facto me volvió a la realidad:-. ¿Qué te pasa niña estúpida?, ¿dese cuando eso te importa a ti?, definitivamente (dije en voz alta este día, empezó raro y continua igual)-.

Me pare en el estacionamiento del súper mercado. Y entre, busque un carrito y comencé a mirar en la lista y comencé a lanzar cosas y artículos en el carro del súper. Estaba allí decidiendo hacia que pasillo iba para buscar lo restante en esa lista interminable, cuando de repente sentí que algo impacto mi brazo. Mire hacia el piso y vi que una naranja, rodó a mis pies. Me incline y tome la naranja, y empecé a mirar hacia los lados y allí estaban un grupo de chicos riendo, el chistecito.

Me lo pensé dos veces, pero no me pude aguantar, así que decidí acercarme a buscar al menos una disculpa. Uno de los chicos hizo un ademan cuando me vio acercar, y se abrió el circulo y vi que no solo estaban riéndose de mí, si no, que no tenían ni la más mínima intención de disculparse, así que solo me arme de valor y pregunte:- ¿A, algunos de ustedes, se le perdió esto?-. Y levante la naranja, nuevamente las risas, y uno de los chicos tímidamente levanto la mano tímidamente diciendo:-. A mí-. Yo lo mire y dije:-. ¿Ah es tuya?-. Y sin pensármelo dos veces se la lance, diciendo:-. Ten cuidado donde colocas tus cosas-. Un gesto de dolor, seguido de un:-. ¿Qué te pasa? ¿Loca?-. Lo encare diciendo:-. No has visto, que tan loca puedo estar, así que trata de que al guardar tus cosas yo no esté cerca-. Me di media vuelta y seguí con mis compras.

No sé cuánto tiempo me tomo terminar toda la lista, pero ya tenía listo todo lo que había en esa interminable lista.

Mamá listo ya termine, estoy saliendo para la casa

¿Checaste bien?

Si mamá, todo revisado y chequeado. Voy hambre, mamá. Jejeje


Después de comprar una ensalada de frutas, ya estaba encaminándome al estacionamiento del Supermercado, cuando note que un grupo de personas estaba cerca de mi camioneta. Saque las llaves y el celular y en el teléfono deje pre-marcado el 911, por si acaso alguien intentaba acercarse, veo mi reloj, aún es temprano son las 4:00 de la tarde. Me encamino hacia el vehículo, siento como si mi corazón se me fuese a salir del pecho, cuando ya estoy por llegar, escucho pasos apresurados detrás de mí.

Trato también de apresurarme pero es tarde, dos personas muy altas me cortan el paso, ambos usan pasamontañas, así que solo puedo ver sus ojos. Yo solo me quedo parada frente a ellos evaluando que puedo hacer, cuando, siento que los pasos que me seguían ya han llegado y los dueños de ellos ya están justo detrás de mí. Trato de calmarme a mí misma. Doy un paso hacia un lado y estos que están delante de mí, se interponen nuevamente, claramente no es un encuentro casual. Respiro hondo y digo:-. Por favor necesito pasar, se me hace tarde-. Uno de ellos no se cual dice a modo de remedo:-. Por favor necesito pasar, se me hace tarde-. Vuelvo a respirar y nuevamente sondeo si hay una vía de escape. Aun no la veo, una de las personas que está ubicada detrás de mí, coloca su mano en mi hombro. Me cimbro, y digo:-. Te agradezco que no me toques-. Y muevo mi hombro a modo de sacudirme su agarre, dejo caer el vaso con la ensalada de fruta.

Uno de los que están ubicados frente a mí, se levanta el pasamontaña y deja entrever su cara. No me sorprende, ver quien era, es Gabrielle Mancuso, una de las personas más desagradables que asisten al Academia en donde estudio, el cree que por tener muchísimo dinero, todos los demás están obligados a ser sus fieles lacayos. Mis amigos y yo somos de las pocas personas que le hacen frente y tratan de mantenerlo a raya. Lo miro a los ojos y digo:-. ¿Qué quieres?-. Él se ríe, y no se porque razón me hace sentir nauseas. Y bajando un poco su cuerpo para ubicarse a la altura de mi cara, dice:-. Nada, solo estaba aburrido y vi que una de las cucarachas, estaba sola por estos lares y vine a ofrecer mi ayuda.-. Pateo el vaso que contenía mi almuerzo. Nuevamente trato de esquivar para continuar vía mi coche y uno de sus amigos me empuja, no caí al suelo porque uno de los que estaba detrás de mí, empujo hacia adelante. El mandón volvió a hablar:-. Debes tener cuidado, por donde andas y por cómo le hablas a la gente bien, ¿acaso no te han enseñado que las cucarachas, son animales desagradables y deben andar escondidos de la vista de la gente de bien?-. Lo miro tratando de no demostrar miedo y digo:-. Déjame en paz, no quiero pelear contigo-. Él se ríe nuevamente, pero esta vez más fuerte, y se acerca yo trato de echarme hacia a tras pero descubro que estoy acorralada. Respiro nuevamente, y digo suavemente:-. Si me haces algo no te va a ir nada bien, sabes que ninguno en mi familia le teme a la tuya, así que piensa bien lo que vas hacer-. El me mira nuevamente a los ojos y dice me arriesgare. Yo aprieto mis dientes y lo empujo con la mano diciendo:-. ! Quítate ¡-. Vuelvo a empujar y esta vez grito:-. ¡QUE TE QUITES!-. El tipo que está a su lado me agarra las manos y me tira hacia atrás diciendo:-. No lo toque, perra-. Yo me rio diciendo:-. ¿Perra? ¿Acaso me has visto meneándole la cola a este? ¿En cambio tú?-. Me abofetea diciendo:-. Que te calles-. Me pongo en estado de alerta y cuando siento que se muevo uno de los que tengo ubicados en mi retaguardia me empiezo a defender, no sé cómo me haga de la mano de uno de ellos y lo lanzo hacia adelante, automáticamente, los cuarto se posicionan 2 frente a mí y los que estaba detrás en mis laterales, mejor porque los puedo ver mejor. Meto mis llaves en los bolsillos de la falda y echo un poco hacia atrás al bandolera ´para que no se me enrede y juegue en mi contra. El Zalamero mayor, de Gabriel, el fulano Steven, me lanza un primer golpe que yo esquivo, y le propino uno en la cara, Gabriel hace señas a uno de los que están en mis laterales de que me sujeten. Veo que ambos tratan de sujetar mis muñecas y mientras yo trato de defenderme, Steven se movió rápidamente y me sujeto por detrás. Sus asquerosas manos sujetaron mis brazos en una llave y yo era muy bajita para romperla, solo debía observar y esperar mi oportunidad, es cierto que al ser ellos muy altos yo estaba en desventaja pero, a ellos también se les dificultaba mantenerme sometida, pero n desaprovecharon el tiempo apenas Steven me sujetó, Gabriel se coloca en frente, sonriendo y sin aviso me da un golpe en el estómago. Dios mío que dolor, me saco el aire. La ira se apoderaba de mí y también la impotencia, y dije:-. ¿Eso es todo lo que tienes? Pegas como una anciana-. Yo estaba agazapada del dolor, él se acercó diciendo:-. ¿Qué dijiste cucaracha? ¿Aun quieres seguir hablando?-. El que me sujetaba, me hizo erguir y Gabriel volvió a golpear. Esta vez fue más fuerte, tanto que las lagrima comenzaron a fluir, mi cuerpo involuntariamente se encorvó por el dolor y por la falta de aire. Trataba de no caer en pánico, cuando sentí, que mi opresor aflojo el agarre. No intente nada por un rato solo los escuchaba reír, y bromear de como mi altivez no resistía presión. No sé en qué momento paso, pero mi captor, me soltó, no sé si por incomodidad o por descuido pero me soltó, yo me quede encorvada, necesitaba un plan y rápido. Noté que ellos estaban distraídos, Steven aún estaba detrás de mí. Así que, sin aviso, y pese al dolor me gire y golpee, fuertemente entre su entrepierna, este cae al piso, Gabriel se me viene encina y también lo golpe, muy fuerte en la cara, sentí como si algo se rompía ante mi mano, pero no me detuve a ver si había hecho o no daño, así que como pude, corrí hacia mi carro. Sentí que venían pasos, en la dirección contraria a mí, y mi corazón se desboco, Dios mío, el resto de la pandilla de Gabriel. Tengo que apresurarme, ya estaba frente a mi camioneta, y sacaba las llaves de mi bolsillo, una voz Grito:-. ¿A dónde crees que iras? Perra maldita-. Me gire un instante y vi que Gabriel tenia manchada de sangre la cara, mucha sangre para ser honesta. Pise el botón de desbloqueo, cuando una mano se apoya en la puerta y me impide abrirla. Uno de los otros tres amigotes de Gabriel me empuja hacia la camioneta y pude sentir como su cuerpo se pegaba demasiado a mí. Sentí repulsión, quería quitármelo de encima pero estaba completamente inmovilizada.

La mano de este tipo empezó a deslizarse por mi pierna, mientras decía:-. Tienes que tocar Gabriel, la Cucarachita, tiene lo suyo, uff… está, hasta durita-. Volviendo su atención a mí agrega:-. Dime, ¿haces mucho ejercicio para tener tan lindas piernas y un culo tan exquisito?-. Traté de sacármelo de encima pero me fue imposible, era más grande y más pesado que yo. Su mano se estaba deslizando por debajo de mi falda cuando grite.-. ¡QUITAME LAS MANOS DE ENCIMA!, te juro que si me haces algo, vas a tener que matarme. Porque no voy a cesar hasta que te pueda cazar cómo al animal que eres preso maldito-. Podía sentir como me respiraba en el cuello. Gabriel hablo:-. Steven no te pases, aléjate-. Mi captor refutó:-. Esta maldita me golpeo en mis partes, intimas, debo ver si aún siguen funcionando-. Sentí que alguien se acercaba así que Grite:-. ¡Ayuda, me quieren Violar!-. Es ese momento era una posible realidad.

Una voz distinta a las del resto preguntó:-. ¿Qué hacen?-. Uno de los otros que no había hablado dijo:-. Nadie te ha llamado sigue tu camino-. Nuevamente la voz agrega:-. Suéltenla y sigo mi camino-. El bravucón que me tiene retenida, me suelta, y envalentonado comenta:-. Voy hacer que cenes tus dientes-.me volteo y veo que el chico que está hablando, es el chico al que le di el naranjazo dentro del súper mercado. Él está muy desenfadado, incluso tiene las manos en los bolsillos. Me mira y dice:-. ¿Estás bien?-. Hago un gesto con la cabeza de que si, lo estoy; y añade:-. Móntate en la camioneta y pon los seguros-. Busco nuevamente mis llaves y veo que están insertadas en la cerradura de la puerta, trato de acercarme a ella cuando otro de los cómplices de Gabriel me lo impide diciendo:-. No te vayas, la fiesta se va a poner buenísima-. Yo lo encare diciendo:-. Quítate-. El añade:-. No-. Y una voz diferente de las anteriores dice suavemente:-. Por tu salud física y moral, ¡¡Quítate!!-. Este sin moverse de su sitio dice:-. Tú y cuantos más-.El mismo chico agrega:-. Yo solito me basto-. Camina hacia donde yo estoy. Y noto que es un palmo más alto que mi atacante. Se coloca a mi lado y hace que el tipo me obstruye el paso, se haga a un lado, dándole un empujón. Como pude me subí a la camioneta. Note que otros muchachos, se habían acercado y en verdad era una lucha pareja. El que me ayudo a subir a la camioneta tenía al sujeto en el piso, y lo golpeaba fuertemente. El chico que intervino primero, estaba en tome y dame con Gabrielle, y los otros dos, solo estaban parados el uno frente al otro. Yo como pude busque mi teléfono y sacando medio cuerpo por la ventana de la camioneta grite:-. Hey, Mancuso, ¿qué te parece y hacemos a la policía parte de esto? ¿Que pensara Papi, del angelito que tiene por hijo?-. El tipo me lanzo una mirada de odio, y escupió al suelo, hizo una señas a los amigos y se encaminaron hacia su auto lo pusieron en marcha y se pararon unos segundos detrás de mí camioneta y salieron derrapando.

Yo me relaje, un poco de la gran presión que había sentido hacia unos momentos atrás. Y sentí como si nuevamente un puño se contrallara contra mi estómago, baje como pude del vehículo y vomite. Uno de los muchachos que corrió en mi auxilio minutos antes, se colocó a mi lado y me sostenía con una mano en el hombro y la otra se posaba en mi espalda. Me asuste al ver lo que mi cuerpo había expulsado y él también se asustó, me levanto rápidamente y me condujo al auto diciendo:-. Vamos al hospital es necesario que te revisen, ¡Dios! ¿Qué te hicieron?-. Yo solo alcanzaba a decir:-. Estoy bien, estoy bien-. Mientras trataba de limpiarme la sangre que tenía en la boca, y trataba de subirme a la camioneta.

Quede del lado del copiloto, pues este este muchacho se apoderó del asiento del conductor y lo veía revisando todo, me mira y pregunta:-. ¿Dónde está la llave?-. Mire a todos lados hasta que instintivamente mire mis manos ahí estaba la llave, no la había soltado, se la entregue. Este encendió el vehículo, y antes de arrancar hizo señas a uno de sus amigos, que corrió enseguida a la camioneta para ver ¿qué pasaba?, mi chofer no lo dejó hablar solo le dijo:-. Sígannos al hospital, ok-. El oro chico solo se limitó a decir:-. ok-. Corrió a su vehículo dese allí hizo seña a otro coche, fue todo lo que pude ver el tiempo que tolere, antes de que otro imprevisto dolor me doblara. Sentía que me iba a partir en dos, mi cuerpo comenzó a sudar y el espasmo me dominaba. Solo podía escuchar:-. Relájate, todo estará bien, tranquila ya casi llegamos-. No sé cuánto tiempo tardamos en llegar, este estado no podía definir el tiempo, solo sé que alguien me alzo en brazos y que el frio me cimbro aún más.

No sé si espere, ni tampoco cuanto tiempo pasó. Solo recuerdo que un guapo y amable médico me examino y me hizo innumerables preguntas, las conteste todas, me reviso, también mandó hacerme unos estudios, así que tuve que esperar un tiempo más, apenas salió el doctor de la sala, entraron unos camilleros a llevarme a hacer una radiografía. Volví a la sala y el doctor vuelve a entrar esta vez con unas hojas de papel y una de plástico. Asumí que eran mis estudios. El doctor volvió a revisarlos delante de mí y dijo:-. Todo esto salió bien, no tienes nada roto, pero tus paredes abdominales están inflamadas, por eso el dolor. En cuanto a la sangre que vomitaste, quizás pudo ser un vaso sanguíneo de la boca que se rompió y te tragaste la sangre por tanto estrés, sin darte cuenta-. Me incorpore en la camilla y me senté, diciendo:-. Y ¿me puedo ir a casa?-. El doctor agrego:-. Sí, pero deberías colocar la denuncia del asalto-. Me levante y trate de arreglarme la ropa lo mejor posible y al terminar dije:-. Si, lo hare-. El doctor me ayudo a llegar a la puerta, una vez allí me pregunto:-. ¿Puedes llegar a tu auto sin problema? O ¿quieres que te acompañe?-. Levante la mira y le sonreí, Dios en verdad era un chico muy guapo, no estaba para nada alucinando. Mi boca se iba a abrir para responder cuando los chicos que me ayudaron en el restaurante llegaron y uno de ellos dijo:-. No doctor, no es necesario, nosotros la acompañamos al auto y a casa, pero gracias por su amabilidad-. El doctor los miro con algo de recelo, me miro y pregunto:-. ¿Estas, bien? -. Yo respondí afirmando con la cabeza, el agrego:-. Ok, bueno esta es tu receta con la medicación, y este-. Y saco una tarjeta de su bata-. Es mi número telefónico, cualquier malestar que sientas o cualquier cosa, llámame, no importa el horario, ¿Ok?-. Yo mire la tarjeta y luego al doctor, y en verdad era muy guapo, y dije:-. Gracias Doctor, así lo hare-. Vi como el doctor, me ofreció una sonrisa y se alejó. Uno de los chicos tomo la receta y pregunto dime que te dijo:-. No, nos dejaron entrar-. Suspire y como pude empecé a caminar rumbo a no sé dónde, mientras, les contaba que me dijo el doctor, uno de ellos se para de improviso y pregunta:-. ¿Qué les dirás a tus padres?-. Me detuve un momento y me rasque la cabeza, no había pensado en eso, reflexione un poco y volví a caminar mientras dije:-. Pues nada, les diré, lo que he dicho hasta ahora, que me asaltaron, que no los vi y que gracias a ustedes no pasó nada, lo cual si es cierto-. Llegamos al carro y el chico que me trajo al hospital se colocó frente a la puerta del chofer, junto a mí, saca las llaves y me dice:-. Yo te llevo, así; tú no puedes conducir-. Cierro mis ojos y nuevamente suspiro. Me quedo inmóvil por un rato, hasta que al fin reacciono diciendo:-.Gracias, Gracias por lo que hizo usted y sus amigos allá afuera, por mí-. El también suspira, y se recuesta aun lado de la puerta de modo de que yo pueda verle la cara y dice:-. Que agradeces, esas personas no tenían por qué hacerte eso, no está bien, y tampoco está bien que tú no denuncies-. Yo lo mire y di la vuelta al vehículo, para colocarme en la puerta del copiloto, el chico se incorpora y abre la puerta del piloto y quita las tranca, ambos nos subimos al coche, comienzo a buscar mi teléfono, me dolía un mundo inclinarme, el me pregunta:-. ¿Que buscas?-. Me reclino en el asiento, exhausta y giro mi rostro para verle la cara y decir:-. Mi celular, necesito ver la hora y hablar con mi mamá, debe estar preocupada-. El, responde:-. Debe estar en tu bolso-. Y me lo señala, aún sigue colgado de mi cuerpo.

Suspiro nuevamente, moviendo mi cabeza hacia los lados y reviso el bolso, si, ahí estaba mi móvil, lo saco y marco el número de mi mamá. Un solo timbre y en seguida contesta:-. ¿¿Dónde estás?? Gracias a Dios. Ya iba a salir a buscarte y tu papá nada que se reporta para saber, si tenía noticias tuyas, ¿Has visto la hora? ¿Dónde estabas?-. Yo respondí:-. Mamá, lo siento, yo había terminado las compras e iba al estacionamiento, y unos tipos me asaltaron-. Mamá, grito al otro lado de la línea:-. ¿Estás bien? ¿Dónde estás?-. Respondí:-. Ya voy para allá, las personas que me ayudaron, me llevaron al hospital y me van a llevar a casa-. Mamá guardo un poco de silencio, antes de agregar:-. ¿De verdad estas bien?, llegar vamos directo a la policía-. Yo suspire para decir al final:-. Está bien mamá, es lo que procede, por precaución-. -.Ya le avise a tu papá, está saliendo para acá-. Añadió mi madre. Yo respondí:-. Ya vamos en camino-. Colgué. El chico que estaba sentado frente a la volante habla por primera vez en un largo tiempo.-. Mi nombre es Marco Casamonica, mucho gusto-. Y extendió su mano, como pude extendí mi mano, para aceptar su saludo. El enciende el vehículo y me mira diciendo:-. Dime hacia donde debo ir, ok, pero antes déjame llamar a uno de mis amigos, ellos nos van a seguir, hasta que te deje en tu casa, y así yo me regreso con ellos, ok-. Yo solo asentí con la cabeza. El busco entre sus bolsillos y saco su móvil. Lo vi escribir y colocar el móvil en su pierna, mientras espera, enciende la camioneta y deja que el motor haga combustión un rato, pasado un minuto su celular vibra, al parecer es un mensaje. Levanta el celular, desliza un dedo por la pantalla. La observa, vuelve a pasar el dedo y teclea, nuevamente coloca el dispositivo en su regazo y sujetando el volante comienza a mover el vehículo. Yo me recuesto del asiento y comienzo a mirar por la ventana, quitando mi atención del chico, que me había ayudado. Me quede absorta mirando a la nada.

No recuerdo si me dormí, solo se unos pequeños golpecitos en mi hombro me sacaron de mi trance. Me volví hacia el origen de los golpes y veo que es el chico, que me había ayudado en el estacionamiento, me lo quedo mirando y él dice:-. Dime hacia dónde vives-. Moví la cabeza hacia los lados, y mire por la ventana para ver si me ubicaba.

Mire alrededor, y dije:-. Si, sigue recto y llega hasta donde el camino se divide en una Y. Allí, escoge la vía de la izquierda-. El, avanza nuevamente con el coche, y siguiendo mis indicaciones, toma el acceso de la izquierda, una vez en esa ruta decido abrir la ventana, siempre había amado el olor de los atardeceres, si, el olor de los atardeceres, no sé, si es un perfume particular que tiene el viento en esa zona, pero para mí siempre tenía un efecto tranquilizador.

Mire hacia derecha, y a lo lejos pude ver mi casa, el único lugar donde me sentía segura y amada. Y dije señalando con el dedo índice, esa es mi casa. El chico continuo avanzando y solo se detuvo una vez que llegamos a la verja, yo, busque rápidamente mi bolso y recordé que el control estaba en el Switcher de la camioneta. En el llavero hay, un control color azul, el busco, en las llaves y ahí estaba y le pedí:-. Por favor, ¿puedes abrir el portón con él?-. No dijo nada solo tomo el mando del llavero y apunto con él, hacia la entrada y el portón empieza a deslizarse, lo miro y le digo:-. Por favor, puedes meter la camioneta-. El asintió con la cabeza y una vez se percató que el portón ya no se estaba moviendo, comenzó a meter el vehículo. Yo voltee a hacia atrás de forma instintiva y pude ver que tres vehículos, también comenzaban a entrar. Voltee a mirar a mi chofer, él me dijo con una sonrisa:-. Tranquila, son mis amigos, ellos nos estaban siguiendo, o ¿cómo crees que me iba a regresar a mi casa una vez que te dejase aquí?-. Me apee de la camioneta y antes de cerrar la puerta dije:-. Es cierto, disculpa no había pensado en eso-. El, ya también fuera de la camioneta agrega:-. Tranquila, lo que te paso, no te hace estar en tus cabales-. La sonrisa se me transformo en mueca, cuando levante la mirada y vi a mi mamá correr hacia a mí y abrazarme mientras decía:-. Dime que ¿estás bien? mi niña, no te paso nada ¿verdad?-. Yo trataba de no llorar mientras decía:-. No mamá, no me paso nada-. Escuche que el portal nuevamente se abría y cuando volví pude ver cuando entraba el automóvil de mi papá. Los chicos se ubicaron al lado del otro muchacho.

Papá, fue directo a mí y sujetándome suavemente por los hombros pregunta sin dejar de mirarme minuciosamente:-. ¿Estás bien? , ¿Te hicieron algo? ¿Los vistes? ¿Tienes al menos una idea de quiénes son?-. Yo me sonreí tristemente:-. No los vi papá, NO, no me hicieron nada grave, gracias a estas personas-. Papá volví la mirada hacia los muchachos diciendo:-. De verdad muchísimas gracias. No quiero imaginarme que hubiese pasado, si ustedes no hubiesen estado allí-. Volviéndose a mí agrega:-. Llame a tu tío, y le dije lo sucedido a modo de que investigue, ya basta de este tipo de incidentes-. Respondí:-. No pasó nada papá, tratare de ser más precavida-. Papá me miro en silencio un rato antes de añadir:-. ¿Quieres ir a descansar un rato?-.yo asentí en modo afirmativo con la cabeza. Me volví hacia los muchachos y dije:-. De verdad muchísimas gracias, espero algún día poder hacer algo similar por ustedes-. Uno de ellos respondió:-. Ni lo menciones, no podíamos simplemente ignorarlo, y bueno-. Saco su cartera y me extendió una tarjeta añadiendo:-. Esta es mi tarjeta, si necesitas algo cualquier cosas solo llama o escribe, ¿ok?-. La tome y susurre:-. ¡¡Gracias!!-.me volví, hacia la entrada de mi casa, y me encamine directo a mi habitación, una vez allí, me despojé de mi ropa, la tire en la caja de la basura y seguí directo al baño, deje que el agua caliente me mojara y cerré mis ojos. No pude evitar llorar y recordar, las náuseas me invadieron, corrí a la taza de baño. Me sentía sucia, ¿qué hubiese pasado si estas personas no hubiesen acudido en mi auxilio? No podía dejar de pensar. Y necesitaba dejar de pensar en ese evento tan desagradable. Escuche que la puerta de mi habitación se abrió. Yo, salí de la ducha me envolví en toallas y en una bata y salí al cuarto.

Era mi mamá. Traía consigo, una bandeja con una taza de té y una taza enorme de sopa de pollo. El olor de la sopa de pollo inundo mis sentidos y mi estómago gruñó, yo me sonreí, había olvidado, que tenía muchísima hambre. Me senté en la cama y mami, coloco la bandeja lo más cerca que pudo de mí, yo la acerque y la coloque sobre mí; tomé una cuchara y probé un poco de sopa, estaba deliciosa y justo como a mí me gustaba. Sentí como el calor de la sopa, y el amor con el que mi mamá la había hecho inundo mis cuerpo y después mi alma. Mamá, tomó el cesto de la basura y de la ropa sucia y los sacó del cuarto. Y se sentó a mi lado sin decir nada, solo me observaba comer. Yo dije:-. ¡Dios! En Verdad, moría de hambre-. Mami puso su mano en mi pierna y dijo:-. De verdad, ¿estás bien? ¿Te sientes bien?-. Yo sujete su mano y la apreté diciendo:-. Si mami, estoy y me siento bien-. Mami se levanta de la cama, no sin antes dar unas palmaditas en la mano y decirme:-. Sabes que estoy aquí ¿cierto?-. La mire y sonriendo dije:-. Lo se mami, tu siempre estas para mí, y de verdad no te miento cuando digo, que estoy bien, bueno un poco asustada, pero gracias a Dios bien-. Mamá, volvió a sonreírme desde la puerta, antes de salir.

Una vez ya sola en la habitación, solo me quede allí, mirando hacia la nada. Trataba de no pensar. Trataba de no recordar lo ocurrido, pero no podía evitar sentir asco y repulsión. Esa situación aún me molestaba, aparte de que, no me iba a quedar con esa agresión. Yo tenía. No, yo debía desquitarme.

Me levante a terminar de vestir, me observe en el espejo. Vi los moretones en mis brazos, en mis manos y en mi rostro. Me senté nuevamente en la cama y tome el té que mamá me había dejado en la mesita. Y poco a poco me fui sumergiendo en un sueño tranquilo.

No sé cuánto dormí. Solo sé que aún era de noche cuando desperté. Sin pensármelo dos veces, salte de la cama y corrí a la ducha, me bañe, me acerque al lavabo y cepille mis dientes. Me puse ropa deportiva, recogí mi cabello como una liga, y corrí. Baje corriendo las escales, pude escuchar el ruido en la cocina, así que corrí, hacia allí y rápidamente salude a mi mamá:-. Buen día mami, Bendición-. Mamá, también corrió hacia mí y dándome un beso dijo:-. Qué bueno que amaneciste mejor. Por favor no te apartes de los predios, ya me da miedo que andes sola-. Yo mire a mi mamá y dije:-. Estaré bien tranquila, regreso rápido-. Retome mi ruta hacia la salida, no sin antes, ponerme los audífonos y colocar música de Coldplay, en esas horas de la mañana era la música que me energizaba. Salí de los predios de las tierras de mi familia, pero sin alejarme de la carretera que acompañaba los dominios, por esa ruta era común tropezar gente desde muy tempranas horas de la mañana. Respiré hondo y apresuré la carrera. Me gusta sentir la brisa de la mañana en mi rostro, me gusta mirar, como los primeros rayos de sol besan las nubes. Es un espectáculo hermoso ver el amanecer; ninguno es igual a otro. Seguí corriendo, varios vehículos pasaron a mi lado y sus ocupantes saludaron como mucha familiaridad.

De repente sentí, que alguien corría detrás de mí, el pánico me abordo, yo trataba de tranquilizarme. Pero mi instinto, solo me llevo a aumentar mi velocidad. Quería volver mi cabeza y mirar, pero el pánico no me lo permitía. Solo sentía que los pasos se acercaban, más y más, así que solo trate de mantenerme alerta. Me fui haciendo a un lado de forma instintiva, y vi como un corredor pasaba veloz junto a mí. No lo reconocí, pero sentí un poco de alivio, al ver que me ignoraba. Aun podía sentir más pasos detrás de mí, así que decidí seguir por el mismo sendero y a la misma velocidad. Un segundo corredor se acercaba y esta vez pude girara mi cabeza para ver quién era, y oh, que sorpresa.

Era el chico, que me salvo el pellejo, ese día en el estacionamiento del mercado. Sus ojos y los míos conectaron y enseguida él se ubicó a mí lado diciendo:-. ¿Hola como estas?-. Yo le devolví el saludo, algo nerviosa:-. Bien gracias a Dios y a ti-. El sonrió.

Era un muchacho en verdad muy guapo, yo misma me sorprendía al reconocer lo guapo que era. Note que era altísimo, quizás un poco más del metro noventa, también note que su piel era blanca y lozana, que sus cabellos tenían un color extraño, que a simple vista eran oscuros, y destacaban la palidez de su piel, pero que; a la luz del sol, tomaban matices dorados, eran lacios y con cuerpo. La pollina apenas cubrían sus ojos y él con solo un movimiento los echaba detrás de su cabeza. Sus dientes tan blancos como perlas y una sonrisa que derretía al mismo polo. Era delgado, pero sus músculos se marcaban con ciertos movimientos, inclusos si estos eran sutiles. Ese día iba de pantalón y sudadera con capucha. Pensé que estaba solo, por eso me sorprendió ver a dos chicos más pasar corriendo a nuestro lado y decir algo en un idioma que no reconocí:-. Oh, është vajza e bukur-. Yo me quede intrigada y mirando a este muchacho pregunte:-. ¿Qué dijo?-. Los colores inundaron la cara de mi acompañante y tratando de mantener el ritmo y la vista al frente respondió:-. Dijo ¡oh!… ¡Es la chica Guapa!-. Me sonreí por lo bajo, sentí que él me exploro el rostro con la mirada, corrimos en silencio. De repente levante la mirada y vi la encrucijada y antes de desviar mi camino le dije:-. Hasta aquí te acompaño yo me voy por este camino-. El responde:-. ¿Por qué?-. Yo le respondo en voz alta ya tomando mi desvío me gusta correr por la orilla del lago-. Me sorprendió, ver que el también desvío su camino y acelerando el paso se colocó a mí lado diciendo:-. Te acompaño, así aprovecho de conocer este lugar puesto que vamos a estar unos cuantos días por acá-. Seguimos corriendo por el camino cercado de pinos, las agujas secas de los pinos crujían bajo nuestros zapatos, la brisa cambio su fragancia y su canción, ahora era más fuerte, más fría y el olor a madera y tierra más intenso. Y allí en el fondo del cuadro. Pude observar como la majestuosidad del lago se abría ante nuestros ojos, los dorados rayos del sol, daban un color bruñido las tranquila agua, estas, de tanto en tanto reaccionaba las tenues caricias del viento. Y las coquetas nubes se reflejaban teñidas de rojo, gris y azul en sus transparentes aguas. No sé cuántas veces mis ojos se deleitaban con estas escenas, y tampoco puedo recordar si había un amanecer igual a otro. Cada uno poseía su propio encanto.

Aun podía sentir su presencia, el también guardo silencio y se dedicó a observar la vista, pero mi curiosidad de poder ver la expresión de su cara, fue aún más fuerte, así que me arriesgue, y girando mi cabeza a un lado, suavemente, pude verlo sentado un poco más atrás desde el lugar en donde yo estaba. Al parecer la iridiscente luz del sol no sólo, se deleitaba en decorar la cristalina agua del lago. También se entretenían con los delicados cabellos de mi acompañante, allí, mientras él se deleitaba con la vista, el sol también se deleitaba en él, y hacía de las suyas. La suave luz dorada, resaltaba el color de sus cabellos, se veían más rubios, mas dorados, él incluso se veía más estoico y majestuoso, más hermoso.

¿Quién era este muchacho? ¿Qué intenciones tenia? No lo sabía, solo sé que este chico era una especia de paz revoltosa, hablaba poco, por no decir nada. Y sin embargo con su presencia lo decía todo.

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