Sabor a pasado

Sabor a pasado

Mario Muro

02/09/2016

Es una tarde tibia, la misma sensación cuando mamá me abraza cuando vuelvo de la escuela… Después de almorzar lo mismo de siempre; lo más simple que conocí en mi vida, la sopa de gallina; escapo por la ventana de mi habitación que da al fondo de la casa, perdí la cuenta cuando empecé a hacerlo, todos duermen la siesta, no encuentro razón para perder horas de vida con esa actividad tan monótona.

En el camino a la Estación como siempre no hay nadie, solo polvareda en las calles, y algún perro que mira mi pasar y juega con algún hueso. Mi mente discute entre lo correcto entre escapar de las ordenes paternales o cumplirlas, culpa será?, da lo mismo porque lo hago a diario… La atracción de sentarme a esperar el tren (como alguna vez lo dijo Marta, la señora que vende pan) es tan inevitable.

Un soplo de aire que juega con mi vestido, (que fue blanco con florcitas amarillas algunas vez), y mi pelo, me vuelve a bajar a la tierra, como un aviso a la próxima parada, la Estación.

Mi “lugarcito” me espera… Miles de recuerdos vuelven a bailar en mi cabeza, de donde salen no puedo descubrir? Ya estuve acá antes… A lo lejos y por el sonido más hermoso para mí, la locomotora se acerca, qué emoción! No voy a viajar a ningún lado, y el sonido me lleva a distintos lugares. Ayer un desconocido se acercó a mí para hablarme sobre su vida, sentí su tristeza, me contó de su familia que vivía muy lejos, del otro lado del mar… Muy lejos me decía. Vi como sus ojos se perdían
por la pampa, como para llegar al lugar de su vida. Que dije? El lugar de su vida,
escucho decir eso a mamá cuando extraña Bs As, no sé ni donde queda…

Me saludan los pasajeros, el maquinista se baja, me da la mano, y me pregunta de alguna novedad?, le respondo lo mismo de siempre,” no pasa nada… “ busco sus ojos oscuros para afirmar lo que quiere saber… hay inquietud, acecho, y se el motivo, lleva alguna mercancía de “contrabando”, alguna novedad? Significa viste a alguien que no es de acá?

El tren se queda 30 minutos en la Estación, los que llegaron hoy eran todos viejos preocupados por algo, o enojados, fuman y hablan, a veces en un idioma que no entiendo.. Suena el silbato, es hora de partir, comienzan a subir… Miro sus ojos… busco algo… Comienza a correr viento, y es hora de volver a mi nido, pasó rápido la tarde, tengo que regresar antes que noten que salí… (Estoy segura que mi papá sabe de mis huidas a la siesta, siento que a él le gustaría hacer lo mismo, recorrer calles, hablar con la gente, como lo hago yo a mis 7 años). Vuelvo al mundo “real”,
de casa, familia, el olor a viejo es tan fuerte, que impregna toda la casa, y
me gusta tanto… Tiene sabor a pasado.

Me olvidaba mi nombre es Elena…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS