En el principio fue el cabello
.
una uña un molar un incisivo
un poco de visión, algo de movilidad
.
Una vez
la falange mayor de mi mano izquierda
.
No digo que no la lloré
digo que debí seguir viviendo.
.
Fui
dejando
partes
de mi cuerpo
en el camino
.
Pero haber perdido el ano
fue más que una incomodidad
más que una humillación.
Irguiéndome
sobre mi sola pierna
con mi sola mano
lancé una imprecación:
qué viene ahora
.
No debí.
.
Ya no camino. Repto.
Ya no mastico. Sorbo.
.
Dicen que para mí vendrá el silicio
Me respirará una máquina
me pensará un computador central
.
No temo
lo que soy es algo irreductible a las amputaciones
aún no llegué al límite de mi desgarramiento
.
aún puedo decir
– y pensar –
he aquí mi nariz, aquí mi boca
este es mi cuerpo
un cuerpo autónomo.
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