#8M 2023: Ojalá haya huevos

#8M 2023: Ojalá haya huevos

No nos queremos muertas, sino vivas. Vivas para poder vivir. Vivir esa vida que nuestras madres, abuelas, bisabuelas y un largo de tatarabuelas no pudieron.

Fueron ellas las pioneras. Las que abrieron el camino y empezaron a pavimentarlo para nosotras. Fueron ellas que a lo largo de los siglos hablaron abiertamente, lucharon con uñas y dientes, para que hoy, nosotras sus descendientes, estemos aquí libres para continuar el camino que ellas comenzaron. Con nuestra voz como megáfono. Haciéndonos escuchar hasta que haya por fin, igualdad y equidad.

Pero, ¿sabes? No podemos solas, y simplemente no logramos nuestro objetivo porque la otra parte es demasiado ciega para ver y dem

asiado sorda para escuchar y comprender.

Damos argumentos, los datos lo demuestran pero aún así, esa parte se acoraza entre esos fuertes muros levantados hace milenios. Muros en los que muchas veces nos damos de bruces contra ellos por el hecho de no querer escuchar. De no querer conocer el por qué de nuestra lucha.

¿Qué os pasa? ¿de qué tenéis miedo? ¿de que vuestras iguales quieran lo mismo que vosotros? o ¿es más bien ese miedo a perder el poder?

El poder sobre nuestros cuerpos, nuestra mente y nuestra voluntad. Debe ser eso, ¿no? porque hasta hace muy poco los considerabáis vuestros. Suspensos en lengua. Hicisteis un mal uso de los pronombres.

Es nuestro. Es nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra voluntad. Lo mismo que vuestro cuerpo, mente y voluntad es vuestra y no nos pertenece. Cada uno es dueño de lo suyo, y no de lo ajeno.

Sabemos que es difícil deconstruirse. Tranquilos, que a nosotras también nos ha costado. Son muchos siglos de un sistema patriarcal tan enraizado que es complicado ver a cuántos millones de kilómetros en la historia se encuentra el tumor maligno del machismo y arrancarlo de raíz. Aún así, ¡hay cura!: investigación, aprendizaje, educación en valores de igualdad, diálogo y transformación. Si se quiere se puede.

Permíteme un consejo. ¿Por qué no te acercas a nosotras para preguntarnos antes de ponerte a juzgar y a opinar sin conocimiento de causa? La ignorancia es una potente enemiga. Para combatirla, recuerda: investigación, aprendizaje, educación en valores de igualdad, diálogo y transformación. Nosotras podemos responder a muchas de tus preguntas. Para empezar te podemos contar miles de situaciones que tuvimos que pasar desde muy pequeñas hasta hoy.

Te contaremos cómo nuestro entorno y la sociedad en general nos inculcaba a vivir in-the-box y no out-of-the-box. Todo (co)medido. No levantes la voz para rebatir, mejor, ni rebatas, porque total vas a perder. No uses tu voz. La sociedad nos enseña(ba) a vivir con miedo porque los tíos se iban a meter con nosotras, nos podían violar, nos podían tocar, nos podían acosar en el instituto, de fiesta, en el trabajo, nos podían forzar a hacer de todo, y hasta nos podían matar. ¿Te suena? Sí, ¿verdad? Es que sigue saliendo todos los días en las noticias. Pues por favor, ¡abre ya los ojos y destápate los oídos!

Y si consideras que no eres de los que está ni ciego ni sordo ¡genial, necesitamos a gente como tú! pero también me gustaría recordarte una cosilla. ¿Los grupos de WhatsApp en los que estás con tus amigos y/o esas “conversaciones” paleolíticas que tenéis en el bar? Di algo, no seas cobarde. Si te quedas callado de nada sirve, continúas fomentado ese machismo arcaico y enquistado. Sigues siendo ciego, sordo y mudo.

Y ya de paso que estamos con WhatsApp, ¿serás tú el valiente que de el primer paso de decirle a tus colegas que dejen de mandar fotos de tías (semi)desnudas?

Guardando silencio ante la cosificación de la mujer no estás ayudando, todo lo contrario. A ver si eres tú el valiente que da el primer paso para parar ese flujo de pornografía en tu móvil.

¿Les gustaría a tus colegas, o a ti, ver las fotos (muchas robadas de redes) de vuestras tías, hermanas, primas, sobrinas, nietas etc? ¿No, verdad?

Pues el cuento se nos aplica a todas.

¿Cómo es esto que os decís para envalentonaros?… Ah, ya recuerdo

¿A qué no hay huevos?

Pues ojalá haya más huevos para luchéis contra ese machismo que nos ha mantenido oprimidas durante siglos.

Ojalá haya más huevos para que nos escuchéis y entendáis por qué lo hacemos y por qué es normal que queramos la igualdad en derechos con nuestros iguales. Somos seres humanos, no otra especie viva del planeta tierra.

Ojalá haya huevos para que nos tratéis como iguales, no como seres inferiores y débiles.

¡Ya basta, hombre! porque si tienes huevos (para hacer esto) es porque una mujer te trajo al mundo para que puedas vivir.

¿No es justo que ella pueda vivir igual de bien que tú?

Ojalá haya huevos para ver esto.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS