Juan, como de costumbre todos los viernes, sale ebrio del bar, ¡las marías!, sale dando tropiezos mientras se despide del portero.

  • (Portero) Le llaman un taxi?.

Juan se niega, mientras mira una figura femenina tomar forma entre la niebla de la madrugada.

  • ¡(Juan) wuuuaaauuu! Qué mujer tan hermosa…. Por qué tan sola mami y a esta hora.

Esta mujer sonríe coquetamente, y pasa en frente de juan con insinuación.

  • (Juan) Para donde vas preciosa, déjame acompañarte.

Sale juan tras la figura despampanante de aquella mujer misteriosa; tras recorrer algunos metros, los cuales fueron adornados con insistentes piropos. Esta se deja alcanzar por un fuerte abrazo, cuál si fuera una fiera atrapando su presa.

  • (Juan) por fin te alcanzo bonita, por qué tan es arisca.

Como si tanta belleza física no bastara, la misteriosa mujer se deja oír con una voz tan dulce, que cada uno de los ebrios sentidos de juan, por unos segundos, se asomaron para ver el origen de tan bella melodía.

  • (Mujer extraña) estás seguro de lo que quieres papi, no hay alguien que te espere en casa, mira que no me gustan los hombres casados.
  • (Juan) ¡casado yo!, como cree mamacita, más bien no perdamos tiempo y vamos a una pieza.

Ella tomó su mano y sin más lo condujo hacia el paraíso; eso pensaba juan mientras la oscuridad de un callejón los devoraba.

  • (Juan) Fue la noche más ardiente que he tenido.

Exclamo juan, mientras era despertado por los rayos del sol mañanero sobre una cama dura como piedra.

  • (Juan) Pero qué es esto Dios mío?.

Un grito de susto en la garganta de juan se ahogó cuando vio que sobre una tumba despertó y de su amante solo huesos encontró.

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