Replica III

Replica III

Eleyal

26/01/2023

Al ingresar a esta réplica, me pude conectar a su memoria. Solo tengo lo más general y el trabajo que debo realizar. Ella hace un tiempo quería escapar de donde vivía, pero no podía. Era muy joven no más de 16 años, vivía solamente con su padre en una granja, ellos trabajaban la tierra, pero esta tierra pertenecía a otra persona, era como un sistema feudal. A mi alrededor solo vi vegetación y plantaciones de diferentes hortalizas, no vi más personas cercanas ni nada, tampoco caballos, ovejas chanchos, gallinas. Su padre era un hombre alto corpulento, le temía al señor feudal. Su padre le decía una y otra vez a ella que no se fuera de la granja, pero ella hacía caso omiso estaba decidida. Una y otra vez trataba de escaparse de la granja a un lugar que estaba prohibido para las personas, estaba delimitado y no se podía acceder más allá. Cada vez que trataba de hacerlo los guardias del señor feudal la capturaban y la devolvían a la granja.

Ahí era cuando entraba yo, debía ayudarla a salir y llevarla al lugar al cual quería dirigirse, esa misma noche, intentaría una vez más escaparse, pero esta vez sería yo la que escaparía. Abrí la ventana y salí por ella comencé a correr en eso llegaron diez guardias del señor feudal a interceptarme, pero como soy experta en combate cuerpo a cuerpo como toda buena guerrera, no tuve mayores problemas en dejarlos inconscientes a cada uno de ellos. Me detuve caminé tranquilamente, cruce varias lomas, se veía poco por la oscuridad de la noche, seguí avanzando cuando me encontré con una madera vieja sostenida por un palo torcido y decía no pasar.

Caminé más de media hora, seguí cruzando varias lomas, la tierra que estaba bajo mis pies se sentía como arena de playa, empecé a recibir el aroma del océano, ya el camino se volvió recto, cada vez el aroma se intensificaba más. Llegué a la orilla, lo que pude observar había pequeñas posas de agua de forma redondas, todas conectadas y en cada de ellas, había varias aseguraría cañas de pescar. A lo lejos divisé luces y cabañas que parecían de paja, me dirigí al lugar al subir por unas escaleras de piedras bastante rústicas, me encontré con varias personas para mi sorpresa todas eran mellizas ¡Otra vez! Vaya al igual que mi otra réplica. No importaba de todas maneras estaba asombraba. Las personas vestían con ropas como de indígenas con accesorios, cuando me refiero a esto collares, pulseras, cintillos con perlas cosas así que eran muy llamativos en especial los colores esto más en las damas, los varones no, excepto algunas pulseras. Salió de una las chozas dos mujeres de unos 40 años, me sonrieron me dieron la bienvenida y pedí hablar con la persona que estaba a cargo de la aldea. Ellas muy amables me llevaron pasamos conté cuatro chozas. Ellas se detuvieron y me dicen que esperé. Seguí observando el lugar, era todo muy organizado, miré un poco más allá y me acerqué, había un joven como de 19 años, no tenía mellizo estaba recostado en unos sacos con cara de enfadado, movía su pierna de un lado a otro, tenía cabello negro y algo largo, su tez era muy blanca, sus ojos resaltaban eran de color rojo. No le dije nada.

Las mellizas me dicen adelante te van a recibir, al entrar era una choza no muy grande, había ocho personas, cuatro varones y cuatro damas, todos mellizos. Todos ellos estaban a cargo del lugar, una de ellas era una mujer de 60 años, usaba un vestido blanco hasta los tobillos, su cabello era largo tipo rasta llegaba más bajo de las rodillas, usaba una tiara en su cabeza, sus ojos me impactaron eran marrones, tenían un brillo que demostraba mucha sabiduría, quizás tenía mucho más años, su energía era fuerte y amorosa la verdad que me sentía muy bien, también que de algún lado la conocía, su melliza era una gota de agua. Volví a mi realidad, tenía mucha curiosidad en saber quienes eran y lo que le iban a decir a mí réplica, pero era la vida de ella y no la mía.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS