La prisión de ropa

La prisión de ropa

Eleyal

22/01/2023

Era hora de ir a trabajar, esta vez usé las ventanas para cambiar de realidad, sí ventanas, así como en la pelicula «Matrix» salían puertas, pues a veces uso las ventanas. Así abrí una de ellas y salté, me encontré en una casa, empecé a observar era bastante normal como las de mi realidad. Entré a una habitación estaba vacía, me llegó la lectura energética que algo había. Soy de las que primero golpeo y después pregunto era un mal hábito, nunca fui muy diplomática, muchas veces a uno lo ataca cada cosa. Al ir caminando a la otra habitación entré, vaya, vaya miré lo que había ahí y era un ser que media más de dos metros tenía cabeza, con ojos, nariz, boca y algo de cabello, no pude saber su género, tenía dos brazos con sus respectivas manos y un cuello, debajo del cuello tenía muchísimas ropas viejas de hombres, mujeres y niños, zapatos de todos los tamaños todo su cuerpo era así. Lo miré y quise ser diplomática. Necesito que liberes a todas las personas desencarnadas que tienes atrapada. Simplemente me miró como un insecto, lo miré bastante seria, pero no movió ni un músculo de su cara. Empezó a succionarme como si fuera una aspiradora, era tremenda la fuerza que ejercía me quería arrastrar dentro de él, yo me resistí un buen rato, después lo pensé mejor y me dejé que me arrastrará. Una vez dentro nadaba en esas ropas escuchando los gritos eran ensordecedores, tantas personas llorando, niños, mujeres y hombres, pidiendo ayuda, con tanta desesperación, era impactante, conté energéticamente más de 300 personas, era increíble, pero había que actuar rápido. Empecé a concentrar energía en mis chacras y los reuní en mi cuarto chacra o corazón, ya una vez con bastante energía, liberé ondas de choque de alta potencia, una y otra vez, hasta que salieron disparadas las ropas para todos lados, fueron liberados y trasladados a los verdaderos planos de luz de las civilizaciones de los humanos avanzados. Me senté un rato en el piso, pensando este ser dejó de existir cosa que no lamento, pero siempre me quedaba esa pregunta, porque someter a otros y producir tanto daño. Este ser lo que hacía era robar las energías de estas personas por eso las tenía prisioneras, eran su alimento. Bueno desecho aquello de ser tan diplomática, primero golpeo y después pregunto era más efectivo. A veces pensaba que me enfrentaba a cada cosa y de una u otra manera salía bien, espero que esto siga así. Volví a mi realidad.

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