Verdades del escritor

Verdades del escritor

Ema UB

19/12/2022

Es verdad, todos los escritores tenemos un alter ego, uno de ellos vive, mientras el otro escribe y por supuesto que hablamos entre nosotros, aunque muchas veces este acto es confundido por el ojo externo como síntoma de locura. Obviamente, no cualquier cuerdo se dedica a crear mundos ficticios, poemas, cuentos, leyendas, novelas y otras tantas cosas, mientras afuera la vida corre entre el verano, camina en primavera, salta en invierno y descansa en otoño. Durante ese tiempo, ocurre la vida en el mundo exterior, hay tantas cosas que los ojos se pierden de ver, mientras las manos viven acariciando el papel, navegando en los mares de la creación a pulso de imaginación.
Pero, qué hacemos, sea por gracia, trauma o don, vemos en la escritura una forma de vivir más allá de lo que cualquier otro haría. Si bien este es un acto manso, sin renombre, sin glorias, sin premios, sin dinero, sin ningún sinónimo de gratificación, al menos que quieras llamar la atención, es una guerra endiablada entre los dos; escritor y alter ego. Se pelea, se discute, se enemista, pero siempre se trabaja en equipo.

El alter siempre juzga mal los aparentes actos de bondad de quién vive, diciendo que la bondad no es una virtud, es un acto de tontos, listos para jugarse la salud a manos de otros que no lo merecen. Esta discusión es eterna y siempre nace porque el que vive siempre recibe la paga mensual de su trabajo con dos semanas de retraso, siempre es sujeto de favores por los que ni siquiera le dan las gracias. Siempre le piden prestado y nunca le devuelven. Toman su tiempo como si no valiera nada, y aguanta porque quiere llegar a ser querido, ser imborrable de la mente de los otros y por la ilusa razón de que en algún momento al necesitar favor, le ayudarán, ya saben ese viejo dicho; «favor con favor se paga.»

¡Pamplinas! ¡Nadie ayuda a nadie de gratis!

Decir: «Me debes un favor, ofende a la gente de esta generación, quienes piden y piden, pero jamás dan nada.»

El alter y el escritor que vive, que se traga las injusticias. El escritor que vive pelea todos los días para que el alter viva y ese desagradecido por acto solo recrimina. Así es esto y ante los ojos de los otros hay locura, soledad y un taciturno ser pálido, comparable con un tímido ratón de biblioteca viviendo a fuerza por el amor que le tiene a las letras.

Etiquetas: relato

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