www.componeurostera.com

Podcast la Componeurostera en Ivoox

Instagram la Componeurostera

Poneos en la piel del que viola.

Sentir ese impulso dominador y detestable que el agresor utiliza para ejecutar el mal, visualizar la mirada, los ojos dilatados que fijan la atención en su presa.

Comprobad con vuestra imaginación el aluvión intensivo de emociones que se producen en el cerebro del incivilizado desalmado y como su rostro adquiere una imagen desprovista de humanidad.

Pensad en todo ese instinto agresivo que controla su cuerpo, llevándolo a cometer un delito abominable, salvaje.

Percibir el desprecio atroz que el criminal ejecuta sobre la víctima, visualizad como su excitación aumenta cuanto más la hace sufrir.

¿Creéis que alguien que es capaz de hacer algo así es posible su rehabilitación? ¿Pensáis que es más humano y razón de progreso insertarlo en la sociedad como si su error pueda ser perdonado, como si lo que hizo fuera un acto que ya ha pagado con la cárcel y ahora es libre de vivir como antes?

Posiblemente vuelva a hacerlo, o no.

O de igual modo, ese deje agresivo y dominador le permita desarrollarse en diferentes áreas de su vida, poniéndole más límites que antes a su furia interior y quien sabe si con eso, la saciedad se tranquilice y acepte la legislación vigente sobre delitos sexuales.

Yo no.

Para mí, una persona que ha sido capaz de dejarse llevar por las peores influencias atávicas y destructoras que nuestro cerebro alberga y que ni la educación recibida, ni las reglas civilizatorias, ni las normas de tolerancia y respeto no hayan servido absolutamente para nada, es un ser que ha perdido todos los derechos que se le adjudicaban de facto por el simple hecho de existir.

Ahora si creéis oportuno, poneos en el pellejo de tantas y tantas víctimas que han sufrido la experiencia denigrante de ser violadas, de ser manipuladas por seres sin humanidad que anteponen sus peores deseos de control y destrucción sobre mujeres, niños, niñas…

Y una mierda la rehabilitación. Y una mierda la posibilidad y el gasto que conlleva tener que perder el dinero y el tiempo en tal actividad. Y una mierda.

Lo siento, pero es así como yo veo el tema.

Si la oposición que juzga estas reflexiones como de trogloditas descorazonados, de inquisidores medievales, de personas que no han progresado en la bienintencionada justicia democrática, tratan de avergonzar a aquellos que no piensen y sientan como ellos, haciéndoles sentir como nada menos que unos dualistas de justicia retrógrada, pues qué le vamos ha hacer, yo soy uno de ellos, pero no siento vergüenza aunque si desencanto. Desencanto de tantos y tantos que literalmente alucinan en el desconcertante desarrollo de los juicios contra loa abusadores sexuales y su posterior liberación carcelaria.

Soy un romántico, un retrógrado ciudadano que el bíblico «ojo por ojo diente por diente» no le chirría tanto como supuestamente nos quieren hacer entender que nos debería de incomodar.

Todo un orgullo seguir perteneciendo a esa estirpe que elige eliminar el mal sin contemplaciones.

Hay delitos que por supuesto deberían tratar de rehabilitar e insertar al cometedor, pero que ni siquiera un Dios, dicen por ahí que totalmente benéfico y omnipotente, perdonaría.

Buen viaje.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS